Influyen redes sociales en consumo de drogas

Las redes sociales han normalizado el uso de sustancias nocivas, sin embargo, Cinthia coincide en que éstas no son un lugar para los menores de edad.

Las adicciones representan uno de los problemas más graves que enfrenta nuestra sociedad, particularmente cuando afecta por sustancias lícitas, como el alcohol o el cigarro, cuya normalización en la sociedad puede llevar a los jóvenes a considerarlas inofensivas sin conocer los efectos a largo plazo que pueden tener.

En el consumo de drogas entre adolescentes no hay un único responsable, pero sí múltiples influencias. Las redes sociales, el entorno familiar, la colonia en la que se vive y la clase social pueden marcar diferencias en la forma en que un joven se relaciona con las sustancias, así lo explica la psicóloga Cinthya Colín, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Reynosa.

El consumo ya no depende sólo de si vives en una zona vulnerable, lo vemos en todos los niveles socioeconómicos. Cambia el contexto, pero no el problema". Cinthya Colín Directora del Centro de Integración Juvenil en Reynosa 

En colonias con carencias económicas o con presencia delictiva, la droga se presenta desde edades tempranas. "Hay adolescentes que comienzan a consumir desde los 10 años, sobre todo en sectores donde no hay actividades recreativas ni supervisión adulta", señala. Algunas de las zonas donde han detectado mayor incidencia son fraccionamientos a las orillas del municipio.

Pero el fenómeno no es exclusivo de las zonas marginadas: en sectores de clase media o alta la droga también está presente, aunque disfrazada de normalidad: "Ahí el adolescente suele tener acceso fácil al dinero, fiestas y redes sociales donde se enaltece el consumo. Todo se vuelve un juego de aceptación y estatus", menciona.

Las redes sociales han cobrado protagonismo en este problema. La exposición constante a contenidos que promueven o romantizan el uso de sustancias ha convertido el celular en una puerta de entrada. "Desde ahí conocen los efectos, los métodos de consumo e incluso cómo adquirirlas", advierte la directora del CIJ.

La presión también llega a través de plataformas como TikTok, donde hay retos, trends o personajes públicos que muestran el consumo como parte de un estilo de vida. "Si lo hacen sus ídolos o sus amigos, ellos quieren probar", advierte.

La prevención empieza en casa

Para la maestra Cinthia, la mejor herramienta de prevención sigue siendo el vínculo familiar. La comunicación abierta, el conocimiento del entorno del adolescente y la participación en su vida cotidiana hacen la diferencia. "Si los padres no hablan con sus hijos, las redes lo harán por ellos", sentencia.

"Hoy más que nunca es necesario que la familia observe, escuche y actúe sin miedo, pero también sin violencia. El consumo de drogas no distingue colonias ni clases sociales, pero sí se puede contener, sí hay cercanía y orientación", añadió.

Menciona, además, que una de las formas de prevención es cuidar el contenido que consumen nuestros hijos, no permitir que su habitación sea algo semejante a una casa, es decir, ponerles televisión, refrigerador, sofá, computadora, sino promover que el contenido que se busque consumir sea en un área común, como la sala, donde el tutor podrá monitorear de forma más fácil y menos invasiva el contenido que consume y conocer sus referencias.