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Cómo creció Reynosa durante 1966

Según las vivencias del fotógrafo Jesús Cavazos Reyes, el desarrollo de esta ciudad inició a partir de la década de 1960, con varios proyectos y el ordenamiento urbano

Cuenta Don Jesús Cavazos que, entre las primeras obras anunciadas durante el período del ayuntamiento presidido por el presidente municipal Rodolfo Garza Cantú, fue la pavimentación de la avenida conocida como Línea del Gas, y después como Praxedis Balboa. Esta avenida fue el primer libramiento de Reynosa, que unía los bulevares Morelos e Hidalgo. Al año siguiente, Cavazos tomó una foto en el recién inaugurado puente internacional Reynosa-Hidalgo, de un anuncio que contabilizaba a la población de municipio de Reynosa en 125 mil habitantes (de acuerdo con el INEGI eran 134,869 habitantes).

Cobertura del informe del gobernador Praxedis Balboa en 1967 por fotógrafos del Estado de Tamaulipas. Jesús Cavazos se encuentra a espaldas del gobernador, cuyo nombre llevaría la avenida Línea del Gas, años después.Cómo creció Reynosa durante 1966

A principios de la década de 1960, se había hecho un estudio de las diferentes ciudades fronterizas de México, incluyendo a la de Reynosa, por la Comisión Mixta de Desarrollo Urbano Fronterizo, constituida por la Secretaría del Patrimonio Nacional (Se.Pa.Nal.) y el Programa Nacional Fronterizo (Pro.Na.F.). La Comisión Mixta estaba conformada por un grupo multidisciplinario de profesionistas a nivel nacional, que incluía licenciados en economía, en planificación, arquitectos, ingenieros, antropólogos, para la elaboración de un plano regulador o programa de desarrollo urbano.

La Sección Histórica del Archivo Municipal de Reynosa (AMR), resguarda una parte de esos estudios, como son el reporte de la Comisión Mixta, los planos a escala de 1:10,000 a 1:40,000, los boletines del Pro.Na.F. y un informe detallado en inglés, donde el presidente de México, Adolfo López Mateos, explicaba gráficamente la situación social, política y económica de las ciudades fronterizas de México con los Estados Unidos; asimismo, exponía el proyecto del Programa Nacional Fronterizo. Los planos y el reporte fueron donados al AMR por el arquitecto Guillermo Benavides (q.d.e.p.), la década pasada, mientras que lo demás sobrevive de la Biblioteca Municipal, organizada por la antropóloga Antonieta Espejo, en esa década de los años 1960.

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En este tramo del canal Anzaldúas, se pensó poner un centro recreativo con gradas para observar lanchas y regatas de remos.

En ese plano regulador se mostraba el primer ordenamiento de la ciudad, de cómo deberían estar zonificada el área urbana de Reynosa para su óptimo funcionamiento, previniendo a un futuro a corto plazo, en aspectos relacionados con temas de vivienda, industria, comercio, ladrilleras y zona de tolerancia. Aunque la ciudad se había salido de su casco histórico original a partir de 1927 y crecía vertiginosamente, el Pro.Na.F. veía las posibilidades de tener una buena planificación urbana a futuro.

La región fronteriza en el norte de México tenía una presión demográfica inmigrante muy fuerte. Tan solo Reynosa había incrementado su población al 9.3 por ciento anualmente durante la década de los años 1950, muy por encima sobre la media nacional. De las nueve principales ciudades fronterizas entre México y los Estados Unidos, solo la superaban Ciudad Juárez, Mexicali y Tijuana, mientras que, Reynosa era la de mayor crecimiento en Tamaulipas.

En la década de los años 1960, el rápido crecimiento demográfico pronto sobrepasaba a los servicios públicos municipales. El Pro.Na.F. trataba de subsanar las carencias que causaba la falta de planeación urbana en las fronteras. El crecimiento económico iba por buen camino, pero sin un rumbo en el orden urbano.

Durante los sexenios de los presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa adquirió la primera infraestructura urbana, instalando drenaje y la primera potabilizadora, pavimentando calles del centro y creando los bulevares Hidalgo y Morelos. El parque de beisbol López Mateos, la remodelación de la plaza Hidalgo y el palacio municipal fueron parte de este programa fronterizo. Las obras en Reynosa fueron administradas por la Junta Federal de Mejoras Materiales (J.F.M.M.).

Planeación y la realidad

El plan regulador, a principios de la década de los años de 1960, incluía una gran avenida que abarcaba desde la carretera ribereña, la avenida Praxedis Balboa y una gran parte del bulevar Morelos, que incluía espacios verdes con servicios comunes, tales como arboledas y jardines, con retornos continuos tipo rotonda, similar a la avenida que hoy existe en la Ciudad de México, conocida como Avenida Paseo de la Reforma, Lomas de Chapultepec. En esa época, la avenida Praxedis Balboa, marcaba los límites urbanos de la ciudad. Por la parte suroriente tenía proyectada una extensión hacia lo que es ahora el Libramiento Oriente, el cual se inauguró muchos años después.

Nos cuenta don Jesús, que la inversión del tramo de la avenida Práxedis Balboa fue de 900 mil pesos y era de tan solo dos carriles, uno de ida y otro de vuelta. La obra fue ejecutada con fondos federales y con una mínima participación estatal y municipal. 

Dentro de los nuevos desarrollos para la ciudad, se incluía una zona turística alrededor de la Laguna la Escondida. En los planos elaborados por la Comisión Mixta del Pro.Na.F., un nuevo proyecto delineaba una isleta dentro de la laguna, como una marina con muelle para botes. Otro muelle más pequeño se planeaba en la parte sur de la laguna. En la parte nororiental, se contemplaba un estadio de futbol con una pista de atletismo alrededor. En el lado oriente de la laguna se señaló un espacio para un teatro con gradas al aire libre, por el lado actual del Parque Cultural. 

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Plano regulador de Reynosa de 1962, donde se proyecta “Centro Recreativo y Turístico la Laguna Escondida”.

De acuerdo con Don Jesús Cavazos, al entrar el ayuntamiento (1966-1969), presidido por Rodolfo Garza Cantú, se pidió este proyecto que tenía el nombre de “Centro Recreativo y Turístico la Laguna Escondida”, al oriente de la ciudad. El ayuntamiento gestionó la obra ante las autoridades federales, además de la expropiación de 300 hectáreas ejidales alrededor de la laguna. Por ser un cuerpo de agua también se buscó a la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SARH).

Todo quedó suspendido cuando los campesinos de los tres ejidos (La Escondida, La Presa y El Banco), pedían ser indemnizados. El Banco era poco lo que perdería, pero los ejidatarios de La Escondida pedían que se les pagara por adelantado, pues habían tenido muy mala experiencia cuando se les habían quitado los terrenos del Campo Militar, recuerda don Jesús Cavazos.

En ese año, también se pensó convertir el canal Anzaldúas, entre los puentes 1 y 2, como un lugar recreativo y turístico. Esta extensión del canal se denominaría como Lago Anzaldúas, con un paseo en lanchas y regatas, donde pensaban poner gradas con iluminación en ambos bordos a los lados del canal. Por varios años, la SARH lo consideró como un proyecto para Reynosa, recuerda el fotógrafo Cavazos.

A principios del año de 1966, existieron otros proyectos que quedaron truncos para los años venideros. Por esa época, unos empresarios regiomontanos pidieron una concesión al Gobierno Federal para instalar una repetidora de televisión con programación en español. Ésta estaba programada para la región de Valle Hermoso, Río Bravo, Reynosa y los poblados de la frontera chica, platica el señor Cavazos. Serían unos 350 mil habitantes de esta región que se quedaron con las ganas de recibir en sus televisores la señal de esa programación, al no autorizarles la concesión el Gobierno Federal (SCT). Por lo tanto, el teleauditorio local se vio obligado a seguir siendo fieles al Canal 4 de Harlingen, y al Canal 5 de Weslaco, de la vecina RGV, Texas.

También de la ciudad regia, una industria trató con el ayuntamiento para adquirir una concesión para industrializar la basura de la ciudad, pero la propuesta fue rechazada por el Congreso del Estado. Este tipo de proyecto resurgiría décadas después, durante el ayuntamiento presidido por Rigoberto Garza Cantú.

Desde 1964, una empresa franco-suiza había intentado instalar una industria por la carretera ribereña, tratando de industrializar productos petroleros y agrícolas. A principios de ese año de 1966, empresarios regiomontanos trataron un proyecto nuevo para industrializar la zona norte de Tamaulipas, plan que fue postergado por el gobernador Praxedis Balboa.

Reynosa se encontraba en franco crecimiento demográfico, que conllevaba un apogeo económico, sin detenerse en el rumbo del orden urbano. De acuerdo con el fotógrafo Jesús Cavazos, el nuevo ayuntamiento realizaría un esfuerzo por resolver la situación. Esto continuará en una próxima nota.



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