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Cambian sonrisas y dulces por monedas

La presencia de quienes intentan ganarse la vida en las calles suele pasar casi desapercibida

En una ciudad que últimamente se encuentra estresada por una serie de factores combinados y tensión por problemas cotidianos, la presencia de quienes intentan ganarse la vida en las calles, suele pasar casi desapercibida.

Cambian sonrisas y dulces por monedas

Algunos de reojo y con cierto desdén los observan, pero sin atender sus palabras y sonrisas, la prisa y presión les gana más que la necesidad de al menos por un instante olvidarlo.

“Pancho, Pancho, te ofrezco esta paletita dulce, por una monedita, por favor, es voluntario no es obligatorio”, saluda “Naricitas” a quienes se frenan con la luz roja del semáforo del crucero de Avenida del Maestro y Las Fuentes.

Los segundos se van entre una sonrisa oculta entre el cubrebocas de colores y maquillaje de payaso, pelucas y traje estrafalario, algunos son convencidos, otro apenas cambia a verde la luz imprimen velocidad para marcharse de inmediato.

-No somos payasos profesionales, ni somos tampoco de algún grupo o asociación, sólo venimos a tratar de ganarnos algo para comer y seguir la vida. Creo que es mejor estar haciendo algo positivo a negativo-, dijo.

Mientras siguen ocupando animados las esquinas de este crucero, la presencia del reportero de EL MAÑANA parece estimular que algunos hurguen en sus bolsillos y deslicen algún billete de baja denominación o monedas en las ánforas que llevan junto a sus paletas dulces.

Son los días y horas en una ciudad que aun estresada, aún guarda postales urbanas de la lucha de ganarse la vida por encima de todo.

 

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