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Lo matan a balazos tras salir de su casa

Cuando se preparaba para llevar a su hijastro a la escuela, un comerciante de quesos fue ejecutado ayer de tres balazos, en Cadereyta.

 Monterrey, México.

Peritos de la Procuraduría revisan el auto al que iba a subir Vladimir Humberto Cabrera Guzmán, quien quedó muerto en la banqueta. Foto: Mario Álvarez VázquezLo matan a balazos tras salir de su casa


Pero cuando Vladimir Humberto Cabrera Guzmán, de 45 años, abrió su vehículo, unos delincuentes se le acercaron y lo ejecutaron.
El móvil del crimen hasta anoche no era establecido por las autoridades policiacas.

La víctima fue ejecutada alrededor de las 6:40 horas frente a su casa, en la calle Ébano, en el Fraccionamiento Alberos.

El domicilio está casi en frente de una casa donde en noviembre del 2011 el Ejército capturó a 8 integrantes del crimen organizado y liberó a una persona que tenían secuestrada.

Policías de Cadereyta y agentes de la Policía Ministerial se entrevistaron con los familiares y vecinos de Cabrera Guzmán.

"Se dedicaba a la venta de quesos, él los hacía, antes le ayudaba a su abuelita a hacerlos, pero ella murió hace un año y ahora él seguía haciendo quesos y los vendía en las tiendas", relató un primo del fallecido.

"No supimos que tuviera broncas, aquí (en Cadereyta) era conocido por la gente, porque distribuía sus quesos en las tiendas", agregó.

De acuerdo con los testimonios que recabaron los policías, la víctima salió de la casa con su hijastro de 13 años, a quien iba a llevar a la escuela.

Cabrera Guzmán iba a ir con el menor a una tienda Oxxo que está a unos 50 metros, pero al salir de su casa le dijo al niño que fuera sólo a comprar su desayuno y que ahí lo recogería.

Él iba a encender su auto Grand Marquis y esperaría también a su esposa, quien se estaba preparando para acudir a un gimnasio.

Cuando abría su vehículo, uno de dos delincuente se le acercó y le disparó en varias ocasiones con una arma calibre 9 milímetros.

Se dijo que el comerciante cayó herido de tres balazos en el pecho, mientras los delincuentes escaparon.

El niño, que estaba en el Oxxo, cuando se escucharon las detonaciones, regresó corriendo a su casa y encontró a su padrastro herido.

Se mencionó que la esposa de Cabrera Guzmán desde el interior de su casa escuchó los balazos y los gritos de la víctima, quien le alcanzó a hablar a ella.

Al salir, la mujer encontró aún con vida al comerciante.

Mientras lloraba, la mujer relató que antes de morir su esposo le alcanzó a pedir que cuidara a su hijo.

Los policías no tenían establecido el tipo de vehículo en el que huyeron los asesinos.




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