Llega a Europa el triple de migrantes
Más de 700 mil migrantes y refugiados llegaron a Europa a través del Mediterráneo desde enero, más del triple del total de 219 mil que intentó llegar por esa ruta en todo 2014.
Y la crisis aún podría empeorar.
"La nueva ola de refugiados es procedente de Aleppo y de las regiones de los bombardeos rusos, que provocaron más de 100 mil desplazados en Siria", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un debate en el Parlamento de Estrasburgo.
En total, 705 mil 200 migrantes y refugiados cruzaron este año el Mediterráneo rumbo a Europa, según los últimos datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Entre ellos 562 mil 355 personas llegaron a Grecia y 140 mil, a Italia.
"El número de llegadas sigue siendo alto (en Grecia) a pesar del deterioro de las condiciones meteorológicas este fin de semana", informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Desde el comienzo de octubre, más de 160 mil personas desembarcaron en las islas griegas, según la OIM, y 7 mil 230 llegaron a Italia durante el mismo periodo, frente a los 15 mil migrantes que lo hicieron en octubre de 2014.
La OIM atribuye este descenso al hecho de que los sirios ya no pasan por Italia para entrar a Europa, sino por Turquía y Grecia.
Esas personas -hombres, mujeres y niños- siguen luego su periplo hacia el norte de la Unión Europea (UE) por el oeste de los Balcanes, donde Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria tienen dificultades para organizar el tránsito en buenas condiciones.
El Presidente francés, François Hollande, y la Canciller alemana, Angela Merkel, se reunirán hoy en París para hablar de Siria y de la crisis migratoria.
'Debemos esmerarnos'
"Debemos esmerarnos porque corremos el riesgo de no estar a la altura", declaró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante el debate ante el Parlamento Europeo.
El político luxemburgués criticó, además, la lentitud con la que se pone en práctica el plan de reparto de refugiados en la Unión Europea (UE), a partir de los centros de registro ubicados en Italia y en Grecia.
Autobuses y trenes circulan día y noche a través de los Balcanes con miles de migrantes a bordo, que pasan largas horas e incluso días en las fronteras, a la espera de que se les registre y puedan continuar su viaje.
Eslovenia recibió a más de 86 mil migrantes desde que Hungría cerró su frontera con Croacia, hace 10 días.
El Gobierno esloveno, que dijo verse superado por esa afluencia, espera que el plan de emergencia adoptado durante la minicumbre europea del domingo permita afrontar mejor la situación.
El plan prevé crear 100 mil plazas de alojamiento en Grecia y en los Balcanes, así como una mejor coordinación entre los países balcánicos.
El Ministro esloveno de Relaciones Exteriores, Karl Erjavec, citado por la agencia de prensa local STA, avisó que su país tiene varios proyectos, entre ellos la construcción de una valla si la situación empeora y el plan de acción de Bruselas no se aplica.
Eslovenia y la vecina Croacia parecen comunicarse un poco más que en los últimos días e intentan establecer una conexión de su frontera por tren, para reducir la presión sobre el pueblo esloveno de Brezice (de 150 habitantes), por donde pasan miles de personas cada día.
La situación también era tensa más al norte, entre Austria y Alemania.
El Jefe de Gobierno de Baviera, Horst Seehofer, acusó a las autoridades austriacas de enviar a miles de refugiados a Alemania sin avisar a su región.
La Policía austriaca rechazó, por su parte, esas acusaciones y dijo que Baviera filtra demasiado las entradas de migrantes.
Dan facilidades fiscales
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ofreció cierta clemencia fiscal a los países que hacen un esfuerzo extraordinario en la crisis de los migrantes.
"Si un país hace un esfuerzo extraordinario, debe de haber una interpretación conforme a este esfuerzo extraordinario", dijo Juncker.
Desde que se agudizó la crisis de los migrantes en la UE, un puñado de países reclama una mayor flexibilidad de parte de la Comisión, en particular en lo relativo al Pacto de Estabilidad y Crecimiento que establece un déficit máximo de cada país en un 3 por ciento del PIB.
Italia, uno de los países más expuestos, estima que el costo de la crisis para las arcas públicas en su presupuesto de 2016 ascenderá a 4 mil millones de euros, un 0.2 por ciento del PIB.
Austria estima por su parte que será de mil millones de euros, un 0.3 por ciento de su PIB.