Levanta Estados Unidos veto de laptops en vuelos
Estados Unidos puso fin a su lista negra de aerolíneas en vuelos procedentes de países musulmanes, a las que no permitía que los pasajeros llevaran en la cabina del avión grandes aparatos electrónicos, como laptops y tabletas.
En las últimas semanas, el veto se ha ido levantando según las compañías han adoptado nuevos requisitos de seguridad en los aeropuertos. La última en hacerlo fue Saudi Arabian Airlines, según anunció el lunes la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
La restricción se impuso en marzo y afectó a los vuelos con destino a Estados Unidos de nueve aerolíneas, la mayoría procedentes de Medio Oriente. La justificación oficial era evitar la amenaza de posibles explosivos difíciles de detectar. Reino Unido tomó una decisión similar.
El Gobierno de Donald Trump se planteó seriamente extender a otras partes del mundo la prohibición, lo que hubiese alterado ampliamente las rutas transatlánticas.
Pero ante la intensa presión de las autoridades europeas, que alertaron también del riesgo que suponía un exceso de baterías electrónicas en la bodega de las aeronaves, Estados Unidos acabó descartando esa posibilidad. Optó por una vía intermedia que pasa por el refuerzo generalizado de la seguridad.
Washington diseñó nuevos requisitos de protección que empezarán a aplicarse en los próximos días en 280 aeropuertos de 105 países. Afectarán a 325 mil pasajeros en los cerca de 2 mil vuelos que llegan cada día a Estados Unidos.
Las exigencias incluyen nuevos protocolos de inspección en aeropuertos extranjeros, incluidas las zonas alrededor de la puerta de embarque y un mayor uso de perros detectores de explosivos.
Las medidas han sido recibidas con quejas de las asociaciones de aerolíneas, que las consideran excesivas y advierten de la escasez de tiempo y preparación para poder implementarlas.
El Gobierno estadounidense amenazó con reanudar y expandir la restricción al uso de ordenadores y tabletas en la cabina de los aviones si las compañías no mejoran sus controles de seguridad.