LETAL EN CU
Escalan Águilas al subliderato general, con solitario gol de Darío Benedetto el América se impone a Pumas
Con la palanca de velocidades atorada en primera, el “Ferrari azulcrema” escala el subliderato general del Clausura 2015 a costa de unos Pumas flacos, sin puntería y desgastados por la cotidiana insolación de la que tanto se queja su director técnico, Guillermo Vázquez.
El gol de Darío Benedetto, al minuto 52, liquida al cuadro auriazul en el mismísimo estadio Olímpico Universitario. El resto, un concierto de fallas de la desgastada artillería felina y la sobresaliente actuación del portero del América, Moisés Muñoz, genuino héroe del éxito amarillo.
Segunda victoria en fila para las Águilas y cinco juegos sin derrota. Números que contrastan con las tres derrotas seguidas y cuatro sin ganar de los desdibujados Pumas. Por eso las consignas cuando algunos descubren al director técnico Guillermo Vázquez.
“¡Fuera Vázquez! ¡Vázquez no tiene güe...!”, le reclaman y él, cabizbajo, abandona el inmueble capitalino.
En los primeros minutos, Pumas se lanza al ataque. Hambriento, busca por todos los caminos, a veces ofende de manera atropellada. Los ensayos de Silvio Torales, Dante López, Ismael Sosa y los de Eduardo Herrera, siempre van a los guantes de Muñoz. El “Grande” goza de las mejores. Dos con Moi como último obstáculo. Falla y falla.
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La emoción llega al minuto 52. Rubens Sambueza corre en contragolpe, su disparo es rechazado por el “Pollo” Saldívar y el rebote le queda a Darío Benedetto, quien en plástico lance cucharea para romper el cero.
Una vez con la ventaja, Matosas recula. Saca a Osvaldo Martínez e ingresa a Moi Velasco. El explosivo Ferrari queda en función contragolpe, freno de mano incluido. Las velocidades están en los pies de Sambueza y Arroyo.
Pumas recupera la iniciativa y al 64’, Javier Cortés catapulta a Ismael Sosa, encara solito a Muñoz y lo perdona.
Los últimos minutos son para las Águilas.
La respuesta felina llega en los pies de Sosa, quien suelta el bombazo y Muñoz realiza un atajadón. Todavía Sambueza atreve el desborde que no logra cerrar el “fundido” Benedetto.
La garra existe, pero no le atinan a su presa. ¿Y los refuerzos?