Legalización de la marihuana en Venezuela es un proyecto remoto
La legalización de la marihuana en Venezuela no ha avanzado más allá de declaraciones dispersas en este país, considerado puente para el tráfico de drogas hacia Europea y Estados Unidos.
La falta de propuestas para una legalización es tan clásica como la opacidad en las cifras de consumo y producción del cannabis, entre otras cosas por el bajísimo interés de la opinión pública sobre el asunto.
Cedeño señaló que el país “no está discutiendo” la legalización de la marihuana y mencionó que un sondeo de 2014 concluyó que los niveles de interés entre los consultados entonces eran muy bajos.
Indicó que el aspecto de mayor relevancia es el medicinal, pues hay enfermos de cáncer para quienes este es un asunto de interés.
“Este es un tema tabú, estamos retrasados en comparación con otros países en cuanto a la sensibilización de la población, a pesar de que es un tema de tendencia mundial”, señaló.
Después de que el entonces canciller Elías Jaua calificó a finales de 2013 como una medida “innovadora” la legalización de la marihuana y que el gobierno evaluaría su aplicación, al referirse a la medida de legalización tomada en Uruguay, el tema no volvió a ganar titulares.
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Apenas un candidato de la polémica Asamblea Constituyente, cuya elección fue el 30 de julio de 2017, reflotó el debate. El candidato oficialista Osmar León propuso legalizar el consumo de marihuana en las instituciones universitarias.
“Consideramos la cannabis como una herramienta natural porque nace de la tierra y todo lo que viene de la tierra es alimento del consumo humano, según los textos bíblicos”, dijo.
La opinión favorable a la legalización señala que ayudará a reducir el tráfico ilegal, cuyas cifras en el país son un misterio.
En 2010 una ley sobre el castigo al tráfico de drogas impuso una pena de entre 15 y 25 años de prisión al tráfico de drogas, que se castiga a partir de la incautación de 500 kilos de marihuana.
La posesión de la drogas, desde 20 gramos, es penada con entre uno y dos años de cárcel y el consumidor se trata como un “enfermo”.
Las autoridades estimaban para 2014 que en el país, de casi 30 millones de habitantes, había alrededor de 250 mil consumidores “abusivos” de la marihuana y que eran dependientes. Además, vinculaban delitos como violencia psicológica y física al consumo de drogas.
Igualmente, sostiene que el 70 por ciento de los homicidios ocurren en enfrentamientos y venganzas, en su mayoría por el control territorial en el tráfico de drogas.
La entidad encargada de combatir el tráfico es la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), que en 2014 incautó 5.6 toneladas de drogas, gran parte de ellas de marihuana.
“Este tema no puede ser criminalizado. Tenemos un largo camino que transitar respecto a esto, pero vamos a tener que transitarlo por la tendencia mundial (de la legalización)”, indicó Cedeño.
Agregó que una mayoría de las personas que trabaja con adictos apoya la legalización, sin embargo, puntualizó que Venezuela no es un país gran productor ni gran consumidor de marihuana, sino que es un “país de paso”.
“Hay serios indicios de que el país es usado como un gran corredor de drogas. Según informes de Naciones Unidas, el 80 por ciento de la droga que llega a Europa y Estados Unidos pasa por Venezuela”, dijo y descartó que el país sea un “narcoestado”, pero prefigura un aspecto de Estado “mafioso”.
“Venezuela es tierra para todo lo ilegal”, agregó.