Reynosa

Las primeras familias

Durante los 172 años previos a la colonización del nuevo Santander, habían llegado pobladores al territorio del noreste de México, entre los que destacaban principalmente individuos de descendencia española, africana, sefardita y tlaxcalteca
  • Por: Martin Salinas Rivera
  • 07 / Marzo / 2015 -
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Las primeras familias

Raíces profundas. Hombres afuera de un billar en 1914, año muy lejano a la fundación.


Para entender el origen de estas familias hay que remontarse a las ocupaciones del noreste mexicano a finales del siglo XVI. Durante los 172 años previos a la colonización del nuevo Santander, habían llegado pobladores al territorio del noreste de México de origen europeo, africano e indígenas de varias partes de Mesoamérica. Entre los que destacaban principalmente individuos de descendencia española, africana, sefardita y tlaxcalteca.

Sefardíes. Los sefarditas o sefardíes (judíos), que habían estado presentes en la Península Ibérica desde el Imperio Romano en el siglo III, fueron expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos, estableciéndose en diferentes puntos de Europa y el norte de África. Para finales del siglo XVI los pobladores sefarditas en el noreste mexicano provenían de la “Raya de Portugal,” en lo que es la frontera del viejo Reino de León y Extremadura en España y Traz-as-Monetes en Portugal. Debido a la persecución en Portugal de 1506, algunos sefardíes regresaron a España infiltrándose a través de los puertos sureños para pasar al Continente Americano. En la documentación de la época son reconocidos en la Nueva España bajo el sinónimo de portugués, judeo-portugués, judaizante o cripto-judio. 

Para la colonización de las 200 leguas cuadradas, que comprendían el Nuevo Reino de León, Luis Carvajal de la Cueva introdujo a mediados de 1580, en la embarcación conocida como la urca de Carvajal o la zabra Santa Catalina, 103 pasajeros de los cuales 77 eran de descendencia sefardí. Durante el intento colonizador de Carvajal desde las regiones del Pánuco y nueva Vizcaya  el 68.3% de los pobladores eran de origen judío- portugués. En esta población sefardí estuvo presente tanto judíos practicantes como conversos y algunos antiguos cristianos. Los más allegados al gobernador serían procesados por la Inquisición en esa época. 

 Tlaxcaltecas. Uno de los pueblos aliados más viejos de los españoles, los tlaxcaltecas, se convirtieron en una de las principales fuerzas de la colonización del noreste de México durante 1590-1730. En 1591, de este señorío, partieron 931 individuos que conformaban 401 familias (46 solteros y una viuda). Éstos establecieron colonias en San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco y Coahuila. La más lejana fue San Esteban de Saltillo fundada con 71 familias y 16 hogares de solteros del grupo de Tizatlán, la cual se convirtió en la más exitosa, proveyendo con pobladores para una expansión secundaria en el Nuevo Reino de León, Coahuila y Nueva Vizcaya.

El objetivo de estas colonizaciones era crear núcleos poblacionales de agricultores sedentarios que sirvieran de ejemplo para los grupos de cazadores y recolectores del noreste de México. Números pequeños de tlaxcaltecas participaron en la fundación de pueblos de indios y misiones en el Nuevo Reino de León: Hualahuises, así como en las misiones de Concepción, Purificación en el Valle del Pilón (Montemorelos) y en la formación de la Villa de Guadalupe, inmediata a Monterrey. Fueron expertos en minería y participaron en el descubrimiento de los yacimientos de Boca de Leones y Santiago de las Sabinas. Parte de la población de Reynosa provenía de este último lugar.

 Africanos. Población de descendencia africana en el noreste de México se encontraban presentes desde la penúltima década del siglo XVI; clasificados como clase dirigente (ej. escribanos), pobladores y también como esclavos. Estos últimos sustituyeron la esclavitud de indígenas desarrollada en el noreste de México, tanto para trabajos de minería como en haciendas. En los asentamientos coloniales fueron parte de la servidumbre de los hogares. Durante la primera mitad del siglo XVIII, ranchos y haciendas en la parte sur de la actual Nuevo León, eran manejados por personal de descendencia africana.  

Población Nativa. La Llanura Costera del Golfo de México, en la parte baja del río Bravo, fue habitada por poblaciones de cazadores recolectores. Del siglo XVII al XIX, en la rivera del Río Bravo, había hasta 46 grupos étnicos entre la desembocadura y el río San Juan.  En su mayoría los grupos hablaban en lengua comecrudo y sólo algunos, en las inmediaciones del río San Juan, se comunicaban en lengua cotoname. Los primeros grupos inmediatos a la primera villa de Reynosa que se conocieron fueron los  comecrudos, pintos, tejones, zacatiles, nazas y narices. Durante  la visita del verano de 1750, Escandón encontró 109  familias de estos indígenas que sumaban un total de 302 individuos, en las inmediaciones del nuevo asentamiento, listos para congregarse en la misión de Reynosa.

Datos etnográficos dicen que hombres y mujeres vestían poca ropa y que sus cuerpos eran adornados con pinturas y tatuajes. Éstos vivían en estructuras rústicas en forma de enramada, varias de ellas juntas formaban pequeñas aldeas conocidas como rancherías; desde ellas salían algunos hombres a cazar animales y algunas mujeres salían a recolectar frutos, raíces y otras plantas. 

DEVASTACIÓN

La población nativa del río Bravo no fabricó cerámica ni practicó la agricultura como medio de subsistencia. Fueron pocos los logros de las cosechas en la  misión San Joaquín del Monte de Reynosa (localizada tres kilómetros río arriba del actual poblado de Reynosa Díaz), donde existió más tarde la comunidad “Las Prietas”, en el siglo XIX.  Para los grupos indígenas del río Bravo, la colonización fue el principio del fin de su forma de vida, al reducirse sus territorios de caza y recolección.  

El reclutamiento para los nuevos asentamientos del Nuevo Santander fue devastador para el Nuevo Reino de León. Tan sólo en Monterrey se redujo la población de 3000 a 600 personas durante el período de 1748 a 1754. 

Las divisiones de castas que existieron durante la época colonial llegaron a su fin al concluir la Independencia de México en 1821, convirtiéndose los habitantes de Reynosa en mexicanos.

MULTIETNICIDAD

En diferentes ocasiones, esta villa fronteriza ha presentado multietnicidad como resultado de pequeñas inmigraciones, resaltando en especial las décadas de 1830 y 1920.

La historia fronteriza brinda un interesante espacio para las investigaciones del comportamiento humano, en los aspectos de poblamiento, colonización, inmigración y emigración. (*Antropólogo, Cronista Municipal de Reynosa).

Las primeras familias

Plano donde se observa el curso del Río Bravo, desde la antigua Reynosa hasta la loma de San Antonio, 1767-1768.

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