Las escuelas buscan flexibilizar medidas
Proyecto estudiantil dejó en ridículo a las autoridades
Dallas, Texas
A Ahmed Mohamed le valió una invitación a la Casa Blanca, donde el adolescente debía asistir a una sesión astronómica el lunes por la noche, pero también una suspensión de tres días, que según dice el distrito escolar le obliga a cumplir, pese a que finalmente se aclaró que el artefacto en cuestión era un reloj electrónico.
La suspensión del niño —sus padres lo han retirado de la escuela— refleja las políticas disciplinarias rígidas que muchas escuelas estadounidenses adoptaron en la década de 1990, pero muchos distritos, incluso algunos de los más grandes de la nación, han empezado a flexibilizar las normas suprimiendo las suspensiones automáticas, expulsiones y denuncias a la policía para reemplazarlas por asesoramiento estudiantil y castigos menos severos.
“Cuando no podemos diferenciar entre un problema serio y otro no serio con un niño en la escuela, el problema no está en el niño sino en nosotros”, afirmó Michael Gilbert, director de la Asociación Nacional de Justicia Comunitaria y Reparadora, con sede en San Antonio, que propone el diálogo en vez del castigo.
TOMAN PREVENCIONES
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Los distritos escolares en Nueva York, Los Ángeles y Denver son algunos de los que han dejado las políticas disciplinarias basadas sobre todo en suspensiones. Los gobiernos estatales también han tomado medidas. Este año, Connecticut limitó las suspensiones y expulsiones para estudiantes hasta el segundo grado. Texas despenalizó el ausentismo injustificado y Oregon limitó los casos en que se pueden aplicar suspensiones y expulsiones a estudiantes hasta el quinto grado.
El año pasado, el gobierno de Barack Obama pidió a las escuelas abandonar las políticas que envían a los niños ante la justicia y promovió el entrenamiento de personal escolar para la resolución de conflictos.
Ahmed Mohamed.