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La visión de un tarotista

En un lugar de Reynosa, un hogar en cuya entrada hay un santo, un cuadro con símbolo esotérico en la entrada principal, un vaso –que en su buenos tiempos fue una veladora, con agua, tres velas blancas encendidas, olor a copal, luces apagadas; en el cuarto contiguo se pudo apreciar tras una entreabierta cortina roja a una persona, de unos 50 y tantos años, echando las cartas con un mazo grueso de barajas, un tarot. Daniel cree en los espíritus del más allá y está seguro que pueden ayudar… o perjudicar.

isaelcastillo@elmanana.com

ESOTÉRICO. Para tarotistas, como Daniel, Halloween tiene un sentido esotérico de iniciación.La visión de un tarotista

Sentados en una mesa de cocina para seis personas, misma que estaba medio llena de un plato con sal, vaso con agua, dos mazos de barajas, se le pregunta a quemarropa: ¿Qué de cierto en el Halloween? Sin emoción alguna Daniel levanta la mirada, bajo los ojos se le pueden notar las bolsas de cansancio, camisa tipo polo negra, pantalón de terlenka, chanclas azul marino. Como el día era lluvioso y a pesar de lo que parecía un bochornoso día, dio escalofrío. Claro, era la escena que se imponía.

Después, de la garganta salió una voz algo grave, a causa del tabaco, en su mano izquierda traía un cigarro, al parecer de esos blancos sin colilla, de olor penetrante, fuerte. Dijo: ¿Qué quieres saber del Halloween?

¿Existe? Se le preguntó lo mismo, pero en otra forma. Coloca su brazo izquierdo sobre su cabeza, entre sus dedos índice y medio sobresalía el cigarrillo, bueno, medio cigarrillo. Aspira, pone en orden sus pensamientos, así parecía cuando alza la vista al cielo, fuma, exhala el humo y bosqueja una amplía sonrisa que se nota en las comisuras de sus labios.

Mueve la cabeza desde la base del cuello, le truenan los huesos y dice “Esta es una fiesta para la iniciación a la brujería, es una noche especial, una vez al año, cuando tenemos más lejos de la tierra al sol, es como el 29 de febrero de cada cuatro años”.

Poco a poco iba soltándose en la plática, la confianza iba abriéndose, más bien era el hecho de que estaba hablando de lo que le gustaba y de lo que vivía.

Halloween es un día especial, no cualquier día, al menos no para Daniel, quien observa el Halloween como una fecha con sentido, solo porque sabe que ese día no es como cualquier otro, tiene sentido y tiene tiempo porque representa un hecho.

Para el mundo es un día de fiesta, los menores piden dulces, van vestidos con trajes divertidos, chistosos algunos, de miedo otros. 

Para otros, el Halloween guarda un sentido esotérico, tres meses en los cuales los días son más cortos que las noches, meses en donde reina la oscuridad.



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