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La película infantil que enfurece a los petroleros de Canadá

El Centro Canadiense de la Energía, financiado por la provincia de Alberta, lanza una campaña dirigida a Netflix porque sostiene que la cinta ‘Bigfoot Family’ muestra propaganda contra el gas y el petróleo

La última batalla del Centro Canadiense de Energía (CEC) no es contra un informe académico crítico o una nueva iniciativa medioambiental, sino contra Bigfoot Family [La familia pie grande], una película infantil. El organismo, encargado de promover la imagen de la industria energética y financiado por el Gobierno de Alberta (oeste), considera que esta cinta de animación representa un “lavado de cerebro para los niños por medio de propaganda contra el gas y el petróleo”.

Foto: El paìs.La película infantil que enfurece a los petroleros de Canadá

En su petición en línea, el organismo señala que Bigfoot Family “vende mentiras sobre el sector energético”. También asegura: “La industria de petróleo y gas de clase mundial de Canadá es una de las mejores del mundo en lo que respecta a estándares ambientales, sociales y de gobernanza. Gasta miles de millones de dólares cada año para proteger el medio ambiente”. Hasta el momento, poco más de 2.500 personas apoyan esta petición lanzada la semana pasada. CEC señaló en su página de Facebook que la iniciativa surgió a raíz de las quejas de un padre de familia. “La película demoniza a los trabajadores del sector”, agregó el organismo.

Shannon Phillips, diputada provincial por el Nuevo Partido Democrático, dijo que esta iniciativa refleja los problemas del Gobierno conservador de Jason Kenney. “No tienen un programa de empleo y su líder es profundamente impopular, así que recurren a estos temas”, señaló, lamentando que el dinero de los contribuyentes sirva para alimentar estos asuntos. Por su parte, algunos expertos en comunicación expresaron en medios canadienses que esta campaña seguramente tendrá el resultado inverso: acentuar los estereotipos negativos hacia la industria de los hidrocarburos. El domingo, otra petición comenzó a circular en Internet: un grupo de canadienses pide a Netflix que financie Bigfoot Family 2. Proponen que la historia tenga lugar en una zona de Alberta donde el Gobierno provincial autorizó proyectos de extracción de carbón.

No es la primera vez que el Centro Canadiense de la Energía –conocido popularmente como “el cuarto de guerra” de esta industria en la provincia- está inmerso en la polémica. Dotado de un presupuesto anual de 30 millones de dólares canadienses (unos 24 millones estadounidenses), el CEC ha tenido que enfrentar varios señalamientos sobre su falta de transparencia financiera. Debido a la pandemia, el presupuesto para 2021 cayó a 4,7 millones. Pocos días después de haber sido creado, una firma estadounidense denunció que el centro había plagiado su logotipo. El organismo tuvo que remplazarlo.

En febrero de 2020, un artículo en The New York Times explicó que varios gigantes financieros habían dejado de invertir en las arenas bituminosas de Alberta, una de las fuentes de petróleo más criticadas del mundo por su impacto medioambiental. Tom Olsen, director del CEC, escribió en Twitter como respuesta que la cabecera neoyorquina tiene “un historial cuestionable”, que no es un medio fiable de información y que el periódico había “sido acusado de antisemitismo en innumerables ocasiones”. Olsen se disculpó poco tiempo después.



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