La inmovilización económica en el primer semestre de AMLO enciende las alarmas
México esquiva la recesión con un crecimiento del 0,1% en el segundo trimestre del año
La economía mexicana esquiva la recesión por la mínima.
La segunda economía de América Latina se encontraba bajo la amenaza de entrar en una etapa recesiva tras registrar una caída del 0,2% en el primer trimestre del año y ante la desaceleración de la economía global.
El dato es preliminar, pero da un respiro momentáneo al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que ha sido cuestionado por sus medidas económicas.
Sin embargo, exhibe una realidad de fondo mucho más preocupante para el país norteamericano: un estancamiento severo y una expansión económica inferior a su potencial y al crecimiento de la población.
El ligero crecimiento de la economía mexicana está marcado por una caída del 3,4% de las actividades primarias, entre las que se encuentra la industria petrolera, uno de los ejes de la política económica del primer presidente mexicano; así como por un estancamiento en las actividades secundarias (manufactura); y un crecimiento del 0,2% de las actividades terciarias (bienes y servicios).
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A pesar de que el dato es positivo, la mayoría de analistas ve muy complicado que el crecimiento supere este año el 1%. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, situó hace pocos días su estimación de crecimiento para 2019 en el 0,9%.
En las últimas semanas, las principales casas de análisis y entidades financieras —JP Morgan, Goldman Sachs, Citibanamex y Oxford Economics, entre otros— y hasta el Banco de México venían alertando de la “importante desaceleración, mayor de lo que se creía” que atraviesa México, en palabras del economista jefe de BBVA en México, Carlos Serrano.
Algunos analistas, incluso, habían estimado que el país norteamericano entraría en recesión, con una caída del PIB por segundo trimestre consecutivo.
El país norteamericano la ha esquivado por la mínima, pero las señales de estancamiento permanecen.
López Obrador ha subrayado en su conferencia de prensa diaria que el dato de crecimiento demuestra que existe un gasto prudente en su Gobierno. “Con austeridad, gastando bien, se puede crecer”, dijo.
Además, señaló que las estimaciones negativas de los analistas generan desconfianza y que la nueva cifra “despeja el miedo, la intención de crear desconfianza. Nosotros no tenemos duda, pero sí insistir tanto en la recesión, pues sí lleva a crear dudas, cierta incertidumbre”.
"Si nuestra meta es no bajar de cero, andamos mal", apunta Juan Carlos Moreno Brid, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. "Lo que no se puede es apostar por la austeridad y pensar que vas a poder crecer a tasas altas: ambas cosas son contradictorias.
Cada vez es más evidente que hace falta una reforma fiscal para incrementar la recaudación y así poder lanzar planes de inversión con multiplicadores elevados. Y una política industrial".
El "débil" comportamiento de la economía mexicana, completa Ignacio Martínez, del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen), "refleja en gran medida la contracción de la inversión pública y en una inversión fija bruta que se redujo en un 2,4% en términos reales en abril".