La Historia del Canal Anzaldúas
La esquina de las calles Juárez y Morelos donde se parecía la antigua casa del francés, René Guyard. Foto de Glenn, 1913.
Cronista Municipal de Reynosa
El canal y la derivadora Anzaldúas adquirieron su nombre de una comunidad de donde se separaron las aguas para riego del río Bravo en la década de 1950. En 1767 y 1768 se repartieron por primera vez porciones de tierra a los colonos originales de Reynosa, cuando la villa se encontraba todavía en lo que es ahora Reynosa Díaz. Desde 1793, Xavier de Anzaldúa permutó el rancho “El Tule” que se encontraba en la porción de tierra número 12 río abajo, por un terreno en el paraje “El Apartadero” en la porción 18, de los herederos de don José Onofre Cavazos. Fue ahí donde floreció en el siglo XIX y XX la comunidad de “Los Anzaldúas.” No muy lejos, río arriba, existe también lo que fue la estación ferroviaria del mismo nombre.
La presa Falcón, el canal y su presa derivadora Anzaldúas; son en conjunto un sistema de riego por gravedad, un proyecto de irrigación que surgió con el Tratado Internacional de Aguas de 1944 entre México y los Estados Unidos de América. Éste entró en vigor el 8 de noviembre de 1945, terminando con las disputas que existían sobre la distribución de las aguas internacionales, desde la conformación de la frontera entre ambos países a mediados del siglo XIX.
La inauguración
El Presidente de la República, Miguel Alemán Valdez, durante su visita a Reynosa en 1949, dio el banderazo para el inicio de la construcción del Canal Anzaldúas como parte del sistema de riego del Bajo Río Bravo. La obra fue ejecutada por seis compañías contratistas que realizaron simultáneamente varios tramos del proyecto de irrigación. La obra fue terminada en 20 meses y fue inaugurada el 11 de noviembre de 1952 por el Lic. Miguel Alemán en una ceremonia sencilla al poniente de la ciudad, donde se develó una placa conmemorativa.
Un poco menos de un año después, el 19 de octubre de 1953, quedó inaugurada la Presa Internacional Falcón, con capacidad de 3,273 hectómetros cúbicos, por los Presidentes Dwight David "Ike" Eisenhower, de Estados Unidos de Norteamérica y Adolfo Tomás Ruiz Cortines, de México. Ésta se encuentra a 112 kilómetros río arriba de Reynosa, mientras que la presa derivadora Anzaldúas se ubicó a tan solo 8 kilómetros de la ciudad, en las inmediaciones de lo que es ahora el parque recreativo La Playita.
La última pieza del proyecto fue la represa, que se planeó primero como un barraje provisional de tierra programado desde mayo de 1953 y preparado del 1º de julio al 15 de agosto, mientras se levantaba la estructura permanente. Como dato curioso, el río Bravo quedó totalmente seco por algunos meses. Para la ciudad de Matamoros fue un acontecimiento impactante, al igual que para otras comunidades en ambos lados del río, que se vieron obligadas a cavar pozos para el suministro del vital líquido.
La obra de la represa de concreto y hormigón se inició en abril de 1956 y fue terminada en 1959, pero empezó a trabajar a toda su capacidad hasta abril del año siguiente. La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) adjudicó el diseño de esta obra de seis compuertas a los ingenieros diseñadores de México: José Ortega López, José Luis Sánchez Bribiesca y Jehová Guerrero Torres.
Esta estructura fue preparada para descargar el principal suministro de las aguas del Río Bravo pertenecientes a México a través del canal adyacente del mismo nombre para conducir las aguas para las tierras del distrito de riego del Bajo Río Bravo. Desde la sala de controles de esta derivadora se operan también las compuertas de la toma del canal, además de controlar las aguas del lado americano que entran a través de un cimacio al canal de alivio Banker.
Su extensión
El Canal Anzaldúas recorre 112 km de extensión, abasteciendo 220,000 hectáreas de cultivo de este municipio y los que se encuentran río abajo. Es una de las obras hidráulicas más representativas de esta ciudad, descargando el 90% del suministro nacional.
La derivadora y el canal Anzaldúas en este municipio proporcionan el control y aprovechamiento máximo de las aguas del río Bravo, regulando sus avenidas, apoyando el consumo doméstico, riego, control de azolves, fines recreativos, desarrollo de fauna acuática y otros resultados similares.
Al igual que los proyectos hidráulicos previos en la región, este ha sido parte de la columna vertebral para la historia económica de la región fronteriza, abriendo nuevas tierras de cultivo en el municipio y en los municipios aledaños al oriente de Reynosa, durante la última etapa del apogeo del monocultivo algodonero en las décadas de los 50 y 60. En los años de los 1970 y 1980, las tierras de riego fueron aprovechadas en los cultivos principalmente de gramíneas, de maíz y sorgo, que aportaron un gran impacto económico a nivel nacional. En la actualidad, la economía globalizada y la situación climática constantemente influyen el rendimiento agrícola de la región.
Por la lateral sur del canal Anzaldúas corre en forma paralela un canal subterráneo que atraviesa la ciudad desde el puente Fundadores de Reynosa hasta las inmediaciones de la calle Michoacán. Este canal desalinizador construido a finales de la década de 1960 es clave para mantener saludables las aguas del río Bravo, al recoger los desechos salitrosos de las tierras de riego.
En el año de 1981 el Presidente José López Portillo y Pacheco inauguró la estación de bombeo Anzaldúas, no muy lejos de la bocatoma, para apoyar al sistema de riego del Bajo Río San Juan. Es de esta estación, administrada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de donde se surte del líquido vital a la red urbana de esta ciudad.
Durante la construcción del canal se demolieron algunas viviendas y para restituirlas se edificaron 200 casas en lo que es ahora la actual colonia Anzaldúas. El canal divide la ciudad de Reynosa en dos secciones, quedando la zona centro en la parte norte y para aminorar este problema se realizó la construcción simultánea de los puentes No. 1 y No. 2, que han sido de fundamental importancia para la comunicación entre el antiguo casco de la ciudad y la expansión del proyecto urbano. A través del tiempo se han construido sobre el canal siete puentes más, incluso es atravesado por dos puentes internacionales. Por la parte oriental se utiliza un puente peatonal y un sifón como cruce.
Durante los últimos 67 años, el canal Anzaldúas se convirtió en un ineludible ícono del paisaje urbano. La fluctuación de sus aguas no sólo marca el ritmo de las cosechas de una región agrícola, advierte sobre la propia existencia de una ciudad y sus habitantes.
Dren Reynosa Poniente y Dren de las Mujeres en 1973; en este último existen actualmente edificios gubernamentales a lo largo del libramiento María J. González. Foto aérea de Jesús Cavazos Reyes.
Monumento conmemorativo sobre la inauguración del Canal Anzaldúas, hecha por el Presidente de la República Miguel Alemán Valdez en 1952. Foto de Jesús Cavazos Reyes.
