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La "Cuarta Transformación" escribe su propia historia

En palabras de AMLO, el libro "Historia del pueblo mexicano" busca contar las luchas y sufrimientos de la población que se habían omitido en las narraciones oficiales. Sin embargo, dos reconocidos historiadores consideran que en sus 300 páginas se desperdició esa oportunidad

CIUDAD DE MÉXICO

La Cuarta Transformación escribe su propia historia

Sin embargo, dos reconocidos historiadores consideran que en las 300 páginas del libro se desperdició esa oportunidad, pues se omite hablar a profundidad de lo ocurrido en las últimas décadas: el autoritarismo de un partido político, la Guerra Sucia, el rol del Ejército, la crisis de los desaparecidos, el narcotráfico y la corrupción. 

Los 100 mil ejemplares de Historia del pueblo mexicano, editado por el gobierno federal, se repartirán en 266 escuelas normales del país. En el proyecto se incluyeron los textos de 23 autores, como Jesús Hernández Jaimes, Lorenzo Meyer, Carlos Illades, Enrique Semo, Armando Bartra, Ana Lau Jaiven y Olivia Gall, entre otros.

Está dividido en cinco capítulos: “La Conquista, resistencia indígena y Virreinato”, “La Independencia”, “La Reforma”, “La Revolución y “La lucha por la soberanía económica, los derechos sociales, la justicia y la democracia”. La portada fue ilustrada por Rafael Barajas Durán, El Fisgón, quien también escribió un pasaje sobre “la segunda independencia de México” y es director del Instituto Nacional de Formación Política del partido Morena.

Consultados por Proceso, César Enrique Valdez Chávez, profesor investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),  y Marco Antonio Flores Zavala, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), destacan que el gran logro de este libro, coordinado por Memoria Histórica y Cultural de México, es que finalmente se haya considerado a las mujeres a lo largo de la historia del país.

Celebran también que los afrodescendientes estén ampliamente mencionados como parte de la sociedad mexicana. En el texto “Motines, sublevaciones y otras formas de resistir”, María Elisa Velázquez Gutiérrez recuerda la revuelta de “negros y mulatos” en la Ciudad de México, ocurrida en 1612 a causa de la muerte de una mujer negra. 

En este apartado, incluido en el primer capítulo, “Conquista, resistencia indígena y Virreinato”, la autora también hace un recuento de los oficios asignados a los afrodescendientes.

Y el historiador Jesús Hernández Jaimes reconoce además la afroascendencia de Vicente Guerrero, del pintor Juan Correa y de José María Morelos, cuyo ejército estuvo formado en su mayoría por mulatos. 

La breve presentación de López Obrador da pie a la introducción de Eduardo Villegas y Felipe Ávila, quien también es autor del capítulo sobre la revolución democrática y popular. 

Aunque entre los autores hay investigadores consolidados y nuevos escritores, coincidieron Valdez Chávez y Flores Zavala, sorprende la inclusión de Rafael Barajas, El Fisgón. Flores Zavala incluso lo considera una “mancha académica”, porque a su juicio El Fisgón carece de trayectoria como historiador y mantiene una postura política favorable a la actual administración.

Por su parte Valdez Chávez considera que este pasaje recorre a “galope tremendo” el siglo XIX, pues se come décadas en dos o tres párrafos. “Probablemente a la hora de estar viendo la obra en general se dieron cuenta que faltaba algo que explicara este siglo”, comenta. 

Al narrar la historia de las mujeres, el libro llega a los movimientos feministas de 2018 en México. Se reconoce el rol de las mujeres indígenas que participaron en el periodo de la Conquista, hasta las mujeres de la actualidad que luchan por la despenalización nacional del aborto.

Se reconoce también a la mujer en la Independencia y la Revolución; obreras, campesinas, estudiantes, aquellas que lucharon por el derecho al voto y al divorcio, y quienes a partir de la segunda mitad del siglo XX tomaron las calles para el avance en los derechos sexuales, reproductivos, laborales y civiles de las mujeres. 

Los últimos sucesos del feminismo mexicano destacados por la autora Ana Lau, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, son el #MeeToo, ocurrido luego de que las mujeres usaran las redes sociales para denunciar a agresores y violentadores, los dos encuentros de mujeres organizados por las zapatistas en Chiapas en 2018 y 2019, y la candidatura de Marichuy a la presidencia de México en las elecciones de 2018. 

Omisiones y “adocrinamiento”

 Para los historiadores Valdez Chávez y Flores Zavala es un desperdicio que no se incluyera la historia social, económica y política reciente del país, pues se diluye el contexto y las razones que darían pie a la llamada Cuarta Transformación, pese a que López Obrador lo ha reiterado en múltiples ocasiones. 

Por ejemplo, en una sola página del texto “Irrumpen los pueblos originarios”, de Armando Bartra, se menciona el levantamiento del EZLN en 1994, las negociaciones de San Andrés Larráinzar, las protestas del zapatismo en la Ciudad de México, la frase de Vicente Fox de resolver “lo de Chiapas en 15 minutos” y la negociación suspendida “pero no cancelada” a casi 30 años del surgimiento de la organización. 

En el apartado “La opresión, la discriminación y la revuelta” se reconoce la importancia de lo que plasmaron las mujeres zapatistas en la Ley Revolucionaria de las Mujeres. Pero con esto se cierra el capítulo. 

“Se tenía que haber hecho hincapié en esas problemáticas políticas, económicas y sociales del neoliberalismo, decretado como el enemigo público número uno de esta administración, y todo lo que modificó y no se alcanza a ver en el libro”, considera Valdez Chávez. 

Otro breve texto, “Neoliberalismo y memorial de agravios”, de Francisco Pérez Arce Ibarra, establece que el neoliberalismo se terminó en 2018 con la llegada de López Obrador a la Presidencia. En él se mencionan crisis económicas como la de 1982, el debilitamiento de los sindicalismos, el despido de los 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro en el sexenio de Felipe Calderón y la lucha magisterial de la CNTE.

El texto avanza rápidamente y afirma que a partir de 2018 se acabó con la subcontratación (outsourcing), se estableció un aumento sin precedente del salario mínimo y se avanzó en la libertad sindical, sin ahondar en otro tema.

“Está muy bien planteado el siglo de la Conquista, y principios del siglo XX, pero después se desdibujan los puntos más duros del autoritarismo mexicano del siglo XX, por el cual es necesaria una ‘cuarta transformación’. Ahí sí queda a deber bastante el libro”, expresa el especialista del INAH. 

Para Flores Zavala no se trata de una omisión voluntaria o de censura, sino de que quizás aún no hay expertos en estos temas y dice que considerar al presidente como un personaje histórico en un libro promovido desde el Ejecutivo habría sido “un escándalo”.

Reitera que se omitieron pasajes de gran importancia en la historia reciente de México, como la Guerra Sucia, de la cual no hay una sola mención; los nexos del PRI con los aparatos de seguridad de Estados Unidos; el entusiasmo hacia la Revolución Cubana y los movimientos sociales de Centroamérica. 

Tampoco se mencionan la llamada “guerra contra el narcotráfico”, la crisis migratoria ni los desaparecidos. “No toca nombres de lo inmediato. Es como lo que ocurrió en los libros de texto de Zedillo y Elba Esther, que intentaron cuidarse. Hay una ausencia notoria al tratamiento al Ejército y de la profesionalización de la administración pública”, observa el profesor investigador de la UAZ.

Además, Flores Zavala critica que el libro fuera escrito sólo por profesores de la Ciudad de México y carezca de una mirada fuera del centralismo, la cual serviría para que profesores y alumnos de las normales tuvieran un contexto de las luchas de sus regiones.

Desde su punto de vista, faltó una mirada al periodo colonial para entender cómo se resquebrajó el imperio de Iturbide, cuando se fortalecieron las regiones y se debilitó la ciudad de la Corte. Aunque dijo estar de acuerdo en el tratamiento en contra de las élites y en general la mirada a la historia del pueblo de México. 

Para Valdez Chávez las omisiones e insuficiencias se deben a la falta de estructura editorial. A su parecer el texto de Enrique Semo titulado “Las tres grandes transformaciones de México” es el que le da consistencia al libro y debió colocarse al principio, no en el penúltimo capítulo.

También, a su juicio, “se notan no inconsistencias pero sí diferencias en la manera en la que se comunican los contenidos. Hay unos textos que pudieron ser más amplios que de repente desmerecen lo temas”. Como ejemplo menciona la parte en la que se habla del movimiento obrero mexicano, un pasaje “disperso”, lo mismo que el relativo a la lucha campesina del siglo XX. 

Asimismo considera que si en el libro hubieran quedado más claras las rebeliones indígenas del siglo XIX, se entendería el matiz de por qué ha habido sectores que no se han pacificado.

Un punto a favor del libro como material didáctico, dice Valdez Chávez, es que varios textos sí se desmarcan de los grandes personajes de siempre y eso sirve para que los profesores se salgan de la “historia de bronce”: “La historia oficial es la que cambia según el gobierno, y la de bronce está enclavada en que hay grandes héroes y personajes”. 

Consultadas por este semanario, las legisladoras de la Comisión de Educación del Congreso dijeron no haber leído el libro en cuestión, para el que según datos oficiales se destinaron 3 millones de pesos.

La diputada morenista por Veracruz Flora Tania Cruz Santos, presidenta de la comisión, dijo que aún no tenía acceso al material, pese a que está disponible en formato digital en la página del gobierno de México. Mientras que la secretaria de la comisión, la perredista Olga Luz Espinoza, dijo estar preparando junto a diputadas del PRI un amparo para suspender la distribución de algunos libros de texto, aunque se enfocó en el titulado México, grandeza y diversidad, y afirmó que Historia del pueblo mexicano iría en paquete en dicho recurso legal. 

“Renovaron todos los libros de texto y están aprovechando para meter los contenidos dentro de la visión, que es lo que preocupa. Están buscando el adoctrinamiento para los niños, niñas y adolescentes con la finalidad de cualquier dictadura, que es la conservación y preservación del poder”, señala la diputada del PRD. 



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