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Juzga AI cotidiana detención arbitraria

Desencadenan la tortura o desaparición forzada

Ciudad de México

JUSTIFICADAS. Para Amnistía Internacional en México las detenciones arbitrarias son historias cotidianas que pueden desencadenar en otros delitos más graves.Juzga AI cotidiana detención arbitraria

Para la organización Amnistía Internacional (AI) México, las detenciones arbitrarias son historias cotidianas en el País que pueden desencadenar en otros delitos como tortura o desaparición forzada.

En el informe “Falsas sospechas, detenciones arbitrarias por la policía en México”, que presenta hoy, AI señala deficiencias en el sistema de justicia como la falta de un registro respecto a un arresto o la fabricación de delitos para justificar una aprehensión.

“Se trata de una historia cotidiana, un día cualquiera, una persona sale de su casa pensando que regresará. Pero si es un hombre, pertenece a un estrato socioeconómico bajo, si tiene un estereotipo determinado, puede ser el sujeto perfecto para ser clasificado por el sistema penal por un probable responsable de un delito, o al menos alguien a quien se le puede inventar una causa”, explica Tania Reneaum, directora de AI México.

“Hay un calvario para la persona detenida, no se sabe de su paradero, no conoce sus derechos, no conoce qué está pasando y luego se desencadenan otros hechos, como la tortura, o en los más graves de los casos, la desaparición forzada”.

La investigación agrega que los policías suelen argumentar falsamente flagrancia para realizar sus arrestos, ya sea para extorsionar, porque alguien más pagó por ello o para investigar otro delito, principalmente.

Y alerta además del uso desproporcionado de la prisión preventiva oficiosa, motivo por el que una persona detenida sin fundamento legal puede pasar varios años en prisión, en espera de juicio.

“Claramente el problema no radica en que se lleven a cabo arrestos cuando se comete un delito, sino en que se pasen por alto los requerimientos legales e incluso se simulen delitos que no ocurrieron o se siembre o fabrique evidencia con tal de lograr una aprehensión”, se lee en el informe, para el cual AI entrevistó a 25 personas que son o fueron funcionarios de procuradurías, juzgados, tribunales y cuerpos de policía.

Bajo la condición de anonimato, estos funcionarios reconocieron diversas fallas en el sistema de justicia, por ejemplo una jueza penal del centro del país reconoció que “hay flagrancias que se crean”, mientras un policía ministerial calificó de “pendejadas” las tarjetas de derechos que deben leer en cada arresto.

Estigmatizan a jóvenes las falsas sospechas

>La captura, tortura y encarcelamiento de Enrique Guerrero Aviña es uno de los seis casos que Amnistía Internacional muestra como ejemplo en su informe “Falsas sospechas, detenciones arbitrarias por la policía en México”.

>Aunque el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas declaró en 2015 que se trató de una detención arbitraria y pidió al Gobierno federal su liberación, Enrique, estudiante de la UNAM y activista, lleva cuatro años en el penal federal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco.

>El joven, quien forma parte del Colectivo Liquidámbar, fue detenido el 17 de mayo de 2013 acusado, junto con otras 12 personas, del secuestro de los sobrinos del entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani.

>Durante las 30 horas que permaneció incomunicado fue torturado, según corroboró el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad.

>Para Tania Reneaum, directora de Amnistía Internacional (AI) México, el caso de Guerrero Aviña muestra la estigmatización de los jóvenes.




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