‘Jinete sin cabeza’
>LEYENDAS URBANAS< Tapan con templo ‘Cueva del diablo’
SOLUCIÓN. Para combatir al mal se construyó una iglesia arriba de la cueva del diablo.
A la orilla del libramiento a Monterrey, justo en la colonia Jacinto López 3, se encuentra la iglesia Schoenstatt, lugar de veneración que es utilizado como casa de oración, reflexión y recogimiento.
Sin embargo, antes de construirse la iglesia, este lugar era conocido como la Cueva del diablo, guarida de un jinete, que dicen los habitantes del sector no tenía cabeza.
Según la historia, el personaje fantasmal, por las noches recorre el túnel de la cueva y sale al exterior a vigilar que nadie se acerque a robar el tesoro que celosamente resguarda.
Por eso, después de la medianoche, el jinete sale del refugio para espantar a cualquiera que se encuentre cerca del lugar.
Los residentes del sector, aseguran que para evitar que el fantasma siguiera atemorizando a las personas, decidieron construir una iglesia y no sólo eso, sino que también colocaron enormes piedras para evitar que el jinete saliera.
Con el paso de los años, la historia del Jinete sin cabeza ha ido desapareciendo, pero a quienes aseguran haberlo visto, solamente con recordarlo se les eriza la piel.
Matías tiene poco más de 60 años, y dice que era muy niño cuando escuchó hablar del siniestro personaje.
“Mis papás solían asustarme con el jinete sin cabeza. Recuerdo que nosotros vivíamos muy cerca de donde está la cueva del diablo y en una ocasión mi papá nos contó que vio salir al jinete en su caballo a todo galope y de la impresión casi se desmaya”, dice el hombre.
Pero hubo quienes pusieron a prueba su valor e intentaron ingresar a la cueva del diablo, localizada debajo de la iglesia.
Un día, luego de haberse “volado” las clases, un grupo de estudiantes se dirigió a la Cueva del diablo y como parte del juego y para medir su valentía se adentraron al lugar.
Jonathan Espinoza, uno de los protagonistas, aseguró que sólo pudieron llegar a escasos metros de la gruta, ya que ruidos escalofriantes, que no supo explicar, aparte de una energía extraña los hizo desistir y optaron por escapar.
Después de esa experiencia, nunca más regresaron al lugar y sólo quedó como una aventura terrorífica.
Mito o realidad, lo cierto es que esta leyenda ha formado parte de los relatos de terror que suele contar la gente de Reynosa y que a más de uno le ha puesto los pelos de punta.
