Intento de extorsión telefónica
El truco del extorsionador consistía en hacer creer a la víctima que era un familiar a quien tenía mucho tiempo de no ver y que recién había llegado a la ciudad procedente otra entidad o de Estados Unidos, quien por lo general al inicio del dialogo telefónico preguntaba: “¿Haber si te acuerdas de mi? Dime quien soy”.
Dependiendo de la respuesta, el extorsionador se daba cuenta si la víctima estaba interesada, por lo que seguía sondeándola con preguntas sobre supuestas familiaridades, hasta que de pronto decía que lo había parado una patrulla de la Policía Federal y cortaba la llamada.
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Posteriormente, el extorsionador volvía a llamar para decir que los federales le exigían determinada cantidad de dinero para liberarlo ya que supuestamente le achacaban un delito.
En otros casos, el truco variaba dependiendo de la disposición de la víctima, pero la finalidad era la misma, que se realizaran depósitos monetarios por distintas cantidades en cuentas bancarias, las cuales por lo general han sido abiertas de manera exprés en centros comerciales y tiendas de conveniencia.