Impaciencia de Donald Trump amenaza al TLC

Desde que terminó la primera ronda de negociaciones el 20 de agosto, Trump ha amenazado con retirarse del TLCAN cuatro veces -durante discursos en Arizona y Misuri, en un mensaje de Twitter y en una conferencia de prensa con el Presidente de Finlandia-.

Si bien los funcionarios mexicanos han tachado los comentarios de tácticas de intimidación que también podrían estar dirigidas a revitalizar a los partidarios de Trump que se oponen al comercio, las amenazas son un recordatorio del importante poder que tiene un Presidente para salir de una zona comercial de 1.2 billones de dólares.

Las partes pueden retirarse dando aviso con seis meses de anticipación.

El tono de Trump contrasta con el clima en general cortés y constructivo de los negociadores en las primeras etapas, según dos personas que participan en las conversaciones privadas y que pidieron que no se revelara su identidad.

Sin embargo, el humor podría cambiar rápidamente cuando los funcionarios dejen de intercambiar propuestas para salvar diferencias. En el aspecto personal, muchos de los negociadores se conocen desde hace años y han llegado a acuerdos en el pasado, dijeron las dos personas.

"Son negociaciones técnicas y políticas duras, difíciles y complejas, y alguien que es muy impaciente y que en el pasado ha dicho que no entiende por qué esto debe demorar tanto podría verse tentado a pulsar el botón nuclear", dijo Arturo Sarukhán, ex embajador de México ante Estados Unidos. "Ese es el peligro que existe".

Trump hizo retroceder a Estados Unidos del borde del retiro en abril. Cambió de parecer después de ver un mapa de los estados de su país que dependen del TLCAN y cuyos votos contribuyeron a catapultarlo a la Casa Blanca.

Puede que Trump no quiera crear disputas con los legisladores en momentos en que espera lograr una victoria en el Congreso con sus propuestas de elevar el techo de la deuda en septiembre y llevar a cabo una reforma tributaria antes de fin de año.

Con las amenazas de Trump de salir del TLCAN "uno no sabe si se trata de una táctica de negociación o de algo real", dijo Fred Bergsten, miembro sénior del Instituto Peterson de Economía Internacional. "Si propone anular el tratado, la reacción tanto en México como en Canadá sería horrible. El sector agrícola en particular se pondría furioso, la industria automotriz se pondría furiosa".

Sin embargo, a puertas cerradas a los funcionarios del Gobierno mexicano les preocupa que las turbulencias políticas o la caída de los índices de aprobación en su país hagan que Trump busque una pelea en el extranjero para desviar la atención y enardecer a su base de votantes, según dos personas con conocimiento de su pensamiento. En ese escenario, México podría convertirse en una atractiva piñata política, más allá de cuáles sean los méritos del TLCAN, dijeron.

"Existen diversos riesgos, pero uno de los más importante sin duda es la posibilidad de que el Presidente Trump tome una decisión unilateral de dejar el acuerdo", dijo Moisés Kalach, director comercial del lobby empresarial de México.