Fabrican mezcal de agave criollo

“El que pega primero pega dos veces”, explicó Jesús Arroyo, director general de la compañía.

La empresa busca abrirse camino aprovechando el auge mezcalero, pero apostándole principalmente al agave criollo, aunque también producirán con los tipos weber, espadín y cupreata.

El agave criollo es una oportunidad de negocios, pues no ha sido explotado en el País, es una variedad endémica del estado de Guerrero, en los límites con Morelos, así que la compañía no tiene competidores.

Ofrece un sabor más suave y en 98 por ciento de las catas realizadas, los consumidores prefieren el mezcal a base de agave criollo, presume Arroyo.

“Aquí sólo conozco una (empresa) que podría apostarle (al criollo), sin embargo también son empresas que son de antaño. Entonces, como que ya se saben su caminito y en algún momento podrían entrar, al ver que se está vendiendo bien, sin embargo, yo llevó adelantado en la parte de la siembra y en la parte de la marca. El que pega primero pega dos veces”, dijo.

Además, la mayoría de las empresas ya tienen asegurada su venta con productos con base en las variedades más comunes, como la weber, explicó.

Resiú Nayaá -que en zapoteco significa fuerte y claro, una similitud al sabor y color del mezcal- cuenta desde enero de este año con la certificación kosher, para ofrecerlo a la comunidad judía.

Está previsto que la marca inicie su comercialización el próximo 4 de marzo.

La empresa están ubicada en el norte de Guerrero, a menos de 5 kilómetros de las grutas de Cacahuamilpa, cuyos murciélagos polinizan el agave, refirió el directivo.

Asimismo, se decidió emprender en Guerrero porque es uno de los estados reconocidos con la Denominación de Origen Mezcal (DOM), lo cual posicionará mejor la marca.

Actualmente, la extensión de la empresa es de 100 hectáreas y tiene una producción de 240 mil litros al año, pero su capacidad máxima es de 330 mil litros anuales.

Se estima que en una primera etapa el 80 por ciento de su producción se comercializará en Estados Unidos, mientras que el resto se destinará al mercado nacional.

Para una segunda etapa proyectan que sus productos se puedan exportar a países europeos como Inglaterra, Alemania, España, Francia e Italia, y a naciones asiáticas, como Japón y China.

Por ahora evitan el uso de químicos en sus siembras para buscar la certificación orgánica, otra de las metas que Resiú Nayaá espera alcanzar.