Exige marcha opositora el cese de la violencia en Venezuela
La oposición en Venezuela pidió a los militares que bajen las armas y eviten más muertes en las protestas contra el gobierno, en una jornada de marchas hacia instalaciones militares en el marco del Día del Ejército.
Los manifestantes recordaron que 76 personas han muerto en más de dos meses de protestas y censuraron el incidente ocurrido el pasado jueves, cuando el joven David Vallenilla, de 22 años, falleció a causa de un disparo, presuntamente realizado por un soldado desde una base militar.
La manifestación en Caracas se realizó frente a la base aérea Francisco de Miranda, en la autopista Francisco Fajardo, en el este de Caracas, para recordar el lugar en que cayó Vallenilla y pedir el cese de las muertes.
Varios miles de personas se concentraron en la autopista y se mantuvieron por horas frente a la base aérea, mostrando pancartas y tocando cacerolas en señal de protesta.
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Los manifestantes exigieron a los militares que bajen las armas y dejen de atacar a las protestas opositoras, que comenzaron en abril pasado.
La marcha de este sábado salió de varias partes de Caracas. En algunos puntos, las movilizaciones fueron impedidas por las fuerzas de seguridad, que usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
El objetivo de la protesta, efectuada en el marco del 196 aniversario de la batalla de Carabobo, que bajo el mando de Simón Bolívar selló en 1821 la independencia de Venezuela de España, era enviarle un mensaje a la Fuerza Armada para que evite más muertes de opositores.
El líder de la Asamblea Nacional (congreso unicameral), el opositor Julio Borges, advirtió por su parte a los soldados que “les está llegando la hora de decidir entre defender la Constitución o continuar disparando a un pueblo que jamás va a permitir que se declare una dictadura con la trampa de la Constituyente”.
Borges advirtió que la Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro para reformar la Carta Magna es ilegítima y fraudulenta, lo que obliga a todo venezolano a defender la Constitución.
“Es el momento que los militares se comporten como el ejército de Simón Bolívar y se pongan del lado del pueblo que todos los días está en la calle clamando por un cambio”, sostuvo Borges.
En tanto, en el plano internacional, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ofreció renunciar a su cargo a cambio de lo que resumió como “la libertad de Venezuela”, que incluye la celebración de elecciones transparentes y la liberación de presos políticos.
Almagro indicó que aceptó una propuesta que consiste en ofrecer su renuncia si es que el gobierno de Venezuela se compromete a implementar varias medidas para poner fin a la crisis política que se vive en el país sudamericano.
“Lamentablemente, son muchas las cosas necesarias para la libertad de Venezuela. Ofrezco mi cargo a cambio de la libertad de Venezuela”, afirmó.
El titular de la OEA dijo que renunciará cuando se realicen elecciones nacionales libres y transparentes, con observación internacional y sin inhabilitados; y cuando se libere a todos los presos políticos listados por el Foro Penal Venezolano y se dé amnistía a los exiliados.
Condicionó su dimisión a que se reconozcan los plenos poderes a la Asamblea Nacional; se abra un canal humanitario de alimentos y medicamentos; y se juzgue a los asesinos de cada uno de los manifestantes, así como a su cadena de mando.
Expresó que renunciaría cuando, además, opere un Tribunal Supremo de Justicia independiente, un Consejo Nacional Electoral independiente y cuando se detenga el proceso inconstitucional de la Asamblea Nacional Constituyente.
“Porque nunca vamos a renunciar, jamás renunciaremos hasta tener en nuestras manos la libertad de Venezuela”, insistió Almagro.
En su mensaje, afirmó que tanto su voz como “el levantamiento de los venezolanos con dignidad” representa “una pesadilla” contra “el régimen”. Añadió, sin embargo, que “esa pesadilla terminará”, lo que será sellado con la “alegría que da sentir la libertad”.
Recordó que 20 países miembros de la OEA han llamado al gobierno a detener la violencia, y que muchos de ellos lo han hecho desde el plenario de la Asamblea General de este organismo regional.
“En la OEA no hay silencio cómplice”, enfatizó Almagro.