Estudia UAT situación de mujeres en prisión
Alumnos de la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA), perteneciente a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), llevan a cabo un estudio para determinar las condiciones que enfrentan las mujeres en cautiverio en los diferentes Centros de Ejecución de Sanciones en el Estado.
Karla Villarreal Sotelo, coordinadora de la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses, expuso que se sabe que la mujer delinque en menor proporción que los hombres y que muchas de ellas habitan con sus hijos en el encierro, por lo que se busca conocer el estado de vulnerabilidad adicional en el que se encuentran en un lugar geográficamente diseñado para hombres.
"Empezamos a hacer un diagnóstico a los penales cercanos a la frontera, el de Reynosa, el de Matamoros y el de Nuevo Laredo.
Hemos encontrado que solo una mujer por cada 6 hombres decide terminar el nivel medio superior, a pesar de que tenemos instrumentado dentro de la Ley General para Internos en el Estado, la educación".
Señaló que el poco interés para concluir estudios de bachillerato por parte de las internas se debe a que no cuentan con motivaciones externas o porque no ven ni en la educación, ni en la capacitación para el trabajo, una oportunidad de vivir, ya que la falta de apoyo del exterior provoca que dedique su tiempo a otras actividades que les reditúan más en el encierro.
"Las mujeres en prisión, en Reynosa, por lo general todas tienen que trabajar en el ambiente de la prisión.
¿Cuál es el ambiente de trabajo de la prisión? Lavar ropa ajena a los propios internos, lavar y planchar ropa de los internos para poder solventarse sus gastos, la otra es trabajar en el área de cocina y la otra es participar en los trabajos que se ofrecen".
Expresó que las prisiones no tienen espacios adecuados ni para la práctica del deporte o el estudio, destacando que no es que se les deba dotar como a las personas en libertad, pero que es un derecho del que no se les puede invalidar, y que además sirve para que no orienten su tiempo libre a actividades delictivas.
"A pesar de que nosotros estamos inundados en el ambiente mass media, todo lo regimos por las TIC´s, las teconologías de comunicación, solo el 10% de las mujeres en prisión conoce de sistemas de cómputo o habla de que puede tener manejo de algún medio computacional.
No tienen computadoras en el centro, no es una parte complementaria de la educación, pero analizando este panorma ¿cómo vamos a poder lograr que una mujer que no tiene preparatoria, que va a salir con nivel de secundaria, en su mayoría, pueda llegar a tener un trabajo que la sociedad y el comercio demande cuando ella egrese de prisión?
Afirmó que a diferencia del hombre, a las mujeres en prisión se les continúa dando capacitaciones para el trabajo que son mayormente artesanales, como repujado o bordado, y afuera no son bien remunerados.
Villarreal Sotelo indicó que el estudio ayuda a establecer mecanismos que permitan que la mujer pueda adaptarse de una mejor manera a la sociedad al salir de prisión, conforme a la reforma constitucional que se enfoca en la reinserción social y ya no en la readaptación social.
