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Rey Carlos III: un monarca de controversias

El Rey Carlos III ha sido un miembro de la Familia Real cuya trayectoria en la realeza está marcada por los escándalos, entre los que destacan polémicas financieras, infidelidad y racismo, aquí más controversias sobre el monarca británico

CIUDAD DE MÉXICO .-La infidelidad a Diana de Gales

Rey Carlos III: un monarca de controversias

Este ha sido uno de los momentos más polémicos en la vida del monarca, debido a que él admitió haber cometido el adulterio con Camila Parker-Bowles, la actual Reina Consorte.

El hecho también fue confirmado por la Princesa Diana, quien después de tres años de matrimonio habló sobre la infidelidad.

"Era un matrimonio de tres. Así que estaba un poco lleno", dijo Diana en la entrevista que le realizó la BBC, tres años después de su separación.

La polémica sobre su matrimonio culminó luego de la muerte de Lady Di, el 31 de agosto de 1997, tras un accidente automovilístico.

Recibe 'donación' de parientes de Osama bin Laden

El Rey Carlos III estuvo en el centro de la polémica después de que un diario británico reportara que el entonces Príncipe de Gales había recibido 1,2 millones de dólares en efectivo de parte de los parientes de Osama bin Laden, los cuales fueron destinados a su organización benéfica.

Esta situación desató el escándalo en la Familia Real debido a que la donación fue realizada por parte de Bakr bin Laden y Shafiq, ambos, medios hermanos del líder de Al Qaeda. 

Después de la revelación de este informe, el equipo de comunicación del ahora monarca declaró que en realidad aceptaron la donación y realizaron el papeleo correspondiente sin la intervención del miembro de la Familia Real. 

Como consecuencia, Carlos III no volvió a aceptar alguna donación en efectivo, con la finalidad de evitar las noticias sobre supuestas malas prácticas financieras en su fundación.

Involucrado en los Paradise Papers

El nombre de Carlos III fue mencionado en la filtración de documentos, revelados el 5 de noviembre de 2017, donde se daban a conocer las inversiones que diversas personalidades hicieron en paraísos fiscales.

Sobre este tema, se dijo que el soberano tenía parte de su propiedad privada invertida en una organización presuntamente dedicada a frenar el cambio climático.

La compañía Sustainable Forestry Ltd estaba triplicando sus recursos económicos en poco tiempo, lo cual generó cuestionamientos sobre las inversiones que realizaba el monarca con los bienes del Ducado de Cornualles.

Entre esta polémica también estaba el nombre de Isabel II, a quien se le señaló de tener propiedades en el extranjero para exentar impuestos.

Promotor de la medicina alternativa

Desde hace años, medios británicos y ciudadanos del Reino Unido han criticado a Carlos III por apoyar investigaciones y tratamientos homeopáticos, los cuales carecen de evidencia científica. 

En 2008, se dio a conocer que la Fundación para la Salud Integral, del Príncipe de Gales, ofrecía remedios homeopáticos, acupuntura y aromaterapia para los pacientes, lo cual recibió cuestionamientos por parte de científicos y médicos.

El Rey fue nombrado patrón de la Facultad de Homeopatía en 2019, cuando dio apoyos y recursos económicos para este tipo de tratamientos. Esta situación desató más críticas por parte de la comunidad científica.

Estrechó la mano de un dictador

Uno de los escándalos más sonados en aspectos políticos fue la acción de estrechar la mano del dictador Robert Mugabe, quien fue Presidente de Zimbabue. Esto se registró en 2005 durante el funeral del Papa Juan Pablo II en el Vaticano. Donde aunque parecía un acto de cortesía, terminó siendo objetivo de las críticas contra el miembro de la Familia Real.

La prensa británica calificó el hecho como "poco sensato" y algo "estúpido" pues fue visto como una forma de apoyo a la dictadura. 

Debido a las críticas, Clarence House lanzó un comunicado para dar a conocer que la situación tomó por sorpresa al entonces Príncipe, debido a que le asignaron su asiento a un lado de Mugabe, sin embargo mencionaron que Carlos III no apoyaba el régimen de Zimbabue.

Racismo contra Meghan Markle

En 2021, Oprah Winfrey entrevistó a Meghan Markle y al Príncipe Enrique sobre su salida de la Familia Real y revelaron falta de apoyo a su relación, así como presunto racismo contra la pareja del hijo de la Princesa Diana. 

Las declaraciones de Meghan incluyeron insinuaciones de racismo, que después fueron atribuidas a Carlos III por especialistas en la realeza, en forma de cuestionamientos de qué tan oscura sería la piel de su nieto. 

"En los meses en los que estuve embarazada, casi al mismo tiempo, tuvimos todos una conversación de que al bebé no se le daría seguridad, que no se le daría un título, y también preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel cuando él naciera", declaró Meghan Markle.

Sin embargo, en una reciente carta escrita por la Duquesa de Sussex detalló que no acusaba de manera directa a Carlos III, sino buscaba entablar el diálogo sobre los prejuicios inconscientes que tienen los miembros de la realeza.

Despidos injustificados

Una semana después de que Carlos III asumiera el trono tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, el monarca despidió a por lo menos 100 personas que trabajaban para él en Clarence House.

Esta situación fue calificada como un acto insensible por parte del Rey, pues la mayoría de los empleados había sido fiel a su labor para la Casa Real por años, lo cual le importó poco al monarca al mudarse al Palacio de Buckingham después de heredar el trono.

Los berrinches de un Rey

Durante los protocolos de la proclamación del nuevo Rey, Carlos III se mostró bastante irritado por situaciones que tuvieron que ver con la firma de documentos.

El primero de los momentos quedó captado el 10 de septiembre cuando el soberano firmó la proclamación, pero la presencia de un tintero sobre una mesa donde firmó los documentos le causó molestia y evocó un rostro de desagrado. 

El segundo de los momentos de los primeros días de su reinado quedó marcado luego de que Carlos III perdiera los estribos ante un bolígrafo cuya tinta se derramó mientras firmaba los documentos. 

"Oh Dios, odio esto, no soporto esta maldita cosa, apesta", alegó el soberano tras el pequeño incidente.



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