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Hilvanan hilos e historias con narrativa textil

Maribel Cuevas, psicóloga y promotora de la lectura, cose y cuenta: es una de las pioneras de la narrativa textil

Foto: Agencia Reforma.Hilvanan hilos e historias con narrativa textil

CIUDAD DE MÉXICO.-En la escuela secundaria, la maestra del taller de bordados y tejidos reñía y a la vez elogiaba a Maribel Cuevas. Lo primero, porque entre puntada y puntada platicaba, siempre platicaba; lo segundo, por su costura bien lograda.

 "¡Ay, Cueeevas! ¡Cómo platicas!... pero pareces araña: ¡Lo haces muy bien!", le reprendía, afable.

 Tres décadas y media después, Cuevas, promotora de la lectura en IBBY México, aún cose y cuenta: es una de las pioneras de la narrativa textil, técnica difundida en el País por el director de escena, actor y profesor peruano Lenin Luis Canchari, "El Hijo de la Luna".

 Estas narraciones recurren a la costura para confeccionar tapetes contadores de historias, de forma rectangular, circular, cuadrangular; enrollados o extendidos en el cuerpo, como un atuendo que se transforma en espacio escénico, entre muchas otras modalidades.

 Sobre ellos, con telas, estambres, hilos, algodón, tinta o cualquier otro material u ornamento se despliegan paisajes, personajes y trazos que urden relatos.

 El tapete que usó Cuevas en el primer Festival Internacional de Narración Textil Cuentos al Hilo, donde contó Góru, el mágico, de Natalia Armienta, es cuadrangular y lo cosió enteramente a mano, durante madrugadas que le hicieron recordar las indulgentes reconvenciones de su maestra de bordado.

 Alberga nubes, montañas, un bosque de bambú, un río, una fogata y un puente, entre otros elementos que conforman el paisaje de China donde transcurre el encuentro entre Góru y Kia, el pescador ciego.

 El tapete añade discretos bolsillos, de los que surgen sorpresivamente los personajes.

 "Góru, el mágico me parece un libro muy inclusivo que te lleva a muchos lugares y, hablando cognitivamente, me gusta mucho trabajarlo con las infancias, porque permite la predicción, la hipótesis, el imaginar personajes y promueve la empatía hacia el otro, el que es diferente", detalla la mediadora de lectura.

 Aunque hasta ahora Cuevas costura para las primeras infancias, con las que trabaja en IBBY México (Goya 54, Insurgentes Mixcoac), la narración textil no es exclusiva para la niñez y tiene mucho público entre los adultos, aclara la también psicóloga.

 "Puedo conocer a personas que no les guste leer, pero nunca voy a encontrar a alguien que no le guste que le cuenten historias", afirma.

 "Culturalmente", añade, "nos encanta la intriga, el chisme, la zozobra (por saber qué sucedió), y también tiene que ver con el vínculo afectivo que se genera cuando escuchas historias, no solamente a partir de un libro".

 Cuevas se refiere a los vínculos que se forjan, por ejemplo, en la sobremesa, cuando los mayores cuentan relatos que involucran la memoria, pero también cuando se comparten en familia las experiencias del día a día.

Entramado de raíces

 La narrativa textil abreva de tradiciones africanas, explica Cuevas, convencida de que en México también se acostumbraba, desde la antigüedad, dejar testimonios textiles de la siembra y la cosecha del maíz, entre otros acontecimientos, como se advierte en piezas expuestas en el Cencalli del Centro Cultural Los Pinos.

 Adoptada por promotores de lectura, la técnica se ha expandido en América Latina, sobre todo en Brasil, indica, y señala las posibilidades que ésta ofrece.

 "No nada más es el tapete. Puedes hacer que los personajes salgan de él, moverte en el escenario, trabajar con telas: tiene un mundo de posibilidades la narración textil. También puedes incluir música, sonidos o luces", explica.

 Destaca, además, las correspondencias entre esta técnica y el ejercicio teatral, pues ambos requieren, por ejemplo, presencia escénica y manejo de la voz.

 Durante la pandemia de Covid-19, Cuevas y la colectiva Entre Hilos y Palabras -de la que forma parte con Leticia Ruvalcaba, Edith Bautista y Mercedes Montaño- se involucraron en la narrativa textil guiadas por Canchari y mostraron sus propuestas del 1 al 9 de julio en el Festival Cuentos al Hilo, impulsado por Azucena Capulín, Penélope Rivera y el referido director escénico.

 Puntada a puntada, estos cuentos hilvanan audiencias, en una época en que otros hilos, pertenecientes a las redes sociales, parecen predominar.

 Al respecto, Cuevas considera que el acelerado desarrollo de las tecnologías digitales, con su proliferación de estímulos y la velocidad en que se transmiten, no desalentará ni supondrá un obstáculo para la narración oral de historias en cualquiera de sus tipos.

 "No hay que satanizar las nuevas maneras de leer ni de acercarse al aprendizaje, porque contribuyen al desarrollo de otras habilidades. Creo que los niños siempre van a ser niños. ¿A qué me refiero? A que el juego, la poesía, la rima, la musicalidad de las palabras nunca, nunca van a ser innecesarias".

Palabras contra la adversidad

 Además del trabajo que realiza en IBBY México, Cuevas comparte historias en contextos adversos para personas en reclusión, hospitalizadas, migrantes, madres buscadoras o damnificadas de los sismos, entre otras.

 Su experiencia en situaciones de emergencia, junto con la de otros promotores, contribuyó al libro La fuerza de las palabras, Protocolo para una intervención cultural en situaciones de emergencia (CERLALC/SC).

 Para conocer próximas actividades en la sede de IBBY sobre narración textil, consulte www.ibbymexico.org.mx.



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