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Música para piano y cacerola contra la violencia

María Paz Santibáñez, sobreviviente de la dictadura en Chile, encarna la resistencia desde su piano; viene al Festival En Blanco y Negro

Cd. de México, México.-En el segundo movimiento de la suite Impacto, llamado "Reportaje", la pianista chilena María Paz Santibáñez (Valparaíso ,1968) dice el testimonio de una víctima de la represión durante las revueltas de 2019 en su país mientras toca: "El carabinero me agarra del pelo / y me arrastra hasta la camioneta. / Y empezaron a burlarse de mí: / Que iba a perder la vista. / Un ojo menos".

Música para piano y cacerola contra la violencia

 Nicolas Tzortzis, uno de los compositores convocados por la intérprete para escribir obras cortas para piano y cacerola como parte de la suite, recogió la voz de una de las más de 300 personas que sufrieron lesiones oculares por disparos de los carabineros.

 En entrevista desde París, donde reside, Santibáñez comparte que cuando le entregaron "Reportaje" se "descompuso" al estudiarla, y dudó: "¿Cómo iba a poder hacerla en el escenario?".

 Acudió a su psicólogo con una idea que le daba vueltas en la cabeza: saberse una artista comprometida con los derechos humanos y no querer subirse al escenario como "víctima antigua".

 Ella es una sobreviviente de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1987; durante una protesta pacífica, recibió un disparo a corta distancia en la cabeza que le paralizó una parte del cuerpo.

 Resolvió que para hacer "Reportaje" debía regresar a su rol de artista, sin desconocer a la víctima.

"Decir: 'Ese testimonio, para mí, evidentemente que es fuerte, pero yo lo asumo como muchas veces me ha pasado: muchas veces subo al escenario y digo: 'Qué alegría estar aquí, diciendo que la cultura de la muerte no ganó porque aquí estamos tocando, por mí y por todos los que no sobrevivieron", expresa la pianista, quien, en un principio, solía tocar la suite con un ojo parchado, en alusión a las víctimas de la revuelta de 2019 que "le partió el corazón".

 Sobre la violencia que ella misma sufrió no se puede construir una vida, dice, y mantiene una línea que ha seguido desde que a los cuatro años comenzó con el piano: "El eje es la música".

 Invitada a México para participar en el Festival En blanco & Negro, Santibáñez trae su proyecto musical y multidisciplinario "Resistencia femenina", en que devino la suite Impacto, aunque debido a cuestiones técnicas tocará sólo los primeros cuatro movimientos.

 Impacto es un work in progress colectivo con 14 compositores de América y Europa convocados por la pianista para crear obras de no más de 3 o 4 minutos, "nacidas de la resistencia por el respeto de la dignidad de las personas y los derechos humanos". Las piezas se irán agregando conforme sean terminadas por los autores.

 Un proyecto surgido en respuesta a las protestas chilenas de 2019 -vía la asociación Impact Chili, Arts en Résistance-, donde convergen los ejes de la carrera de Santibáñez: la creación contemporánea y el respeto a los derechos humanos.

 "Este compromiso se inicia de manera muy natural durante la adolescencia (a los 14 años) como hija de la dictadura", sentencia.

En el concierto que ofrecerá en México, este sábado a las 19:00 horas en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, incluirá, además de "Reportaje", los movimientos "Hierve la noche (Toque de queda)", de Cristina Villalonga, que se toca con una cacerola dentro del piano; "Reñma", que quiere decir "de frente", en mapuche, de Héctor Parra, con poesía de Leonel Lienlaf, y "Ojos", de Esteban Benzecry.

 Y aun están por agregarse piezas de Gabriela Ortiz, Macarena Rosmanich, Philippe Leroux, Jeremías Iturra, Patricio Wang, Luis Naón, Daniel Osorio y Félix Cárdenas, todos de diversos nacionalidades, puesto que la represión no era exclusiva de Chile.

 Como ejemplo del compromiso que han mostrado los compositores con el proyecto, Santibáñez relata que a pesar de que Benzecry estaba ocupado en los preparativos del estreno de su Concierto para piano con la Filarmónica de Nueva York, se las arregló para bajar a las bambalinas, donde tenía mejor señal, para poder enviarle su pieza.

 En medio de todo esto, recuerda, apareció la performance de la colectiva chilena LasTesis, Un violador en tu camino, por lo que Santibáñez decidió darle un "pequeño giro" y la suite Impacto devino en el proyecto "Resistencia femenina", y encargar a la compositora chilena Valeria Valle, con la debida autorización, una obra inspirada en esta protesta que le dio la vuelta al mundo.

 El resultado es la pieza performática Vendajes: El violador es? eres? eras?, que también traerá a México, al tocarla, Santibáñez va diciendo algunas de las frases de Las Tesis: "Estamos en un verdadero oasis. / Denunciar sin dudar, otra forma de luchar. / El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer. / Es femicidio. / Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable. / El violador eres tú. / Y la culpa no era mía ni dónde estaba ni cómo vestía".

 Completarán su programa obras de Alberto Ginastera, Béla Bartók, Maurice Ohana y Claude Debussy.

'Logré recobrar mi sonido'

 Santibáñez planeaba ir a los Estados Unidos a estudiar, pero perdió de forma temporal la movilidad de una parte del cuerpo cuando fue baleada en el 87; su recuperación física le llevó muchos años, y tanto más la psicológica. Trabajó como "bestia" para lograrlo, comparte.

 Después del balazo, salió a Europa: Praga, donde estudió con el pianista Jaromír Kri, y en 1998, justo antes de irse a París, se reencontró con su padre musical: el pianista Galvarino Mendoza, discípulo de Claudio Arrau, quien le hizo recordar sus movimientos naturales, recobrando su sonido.

 "Lo que menos quería era renunciar sin haber intentado, y aquí estoy, tocando. Es lo que quería hacer a los 4 años y es lo que estoy haciendo", dice la pianista, con una sonrisa de satisfacción.

 Para cuando se reencontró con Mendoza, ya había asistido a los cursos de música contemporánea de la pianista Cecilia Plaza, que tocaba las obras musicales prohibidas por el pinochetismo. Al abordar por primera vez dicho repertorio, la joven se topó de frente con la libertad creativa.

 "El reencuentro con mi maestro (Mendoza) fue fundamental, porque en el fondo recobré mi sonido, la redondez de algún gesto. No estoy hablando de técnica solamente, sino que estoy hablando de alguien que se recordaba, y el eje volvió a su lugar como aquello que llevaba de nacimiento", explica.

 En Francia se integró a la clase de Odile Delangle, en 1999, y llegó a ser su asistente. "París fue como volver a ver en colores, literalmente, porque mis recuerdos anteriores son en blanco y negro".

  •  Delangle la impulsó a tomar lecciones con otra tremenda pianista, Yvonne Loriod, viuda de Olivier Messiaen, y con Roger Muraro, el "hijo adoptivo" de ambos músicos.

 Y así llegó al pianista Claude Helffer, miembro de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y defensor de la música contemporánea. Junto con el inglés Roy Howat, Helffer estuvo a cargo de la nueva edición de los preludios de Debussy, uno de los compositores de cabecera de Santibáñez.

 Al fallecer éste en 2004, Santibáñez quedó a cargo de su archivo y digitalizó cuatro mil páginas de sus análisis de la música contemporánea, de obras de los siglos 18 y 19 y cuatro cuadernos sobre Debussy.

 A petición de su viuda, la musicóloga Mireille Helffer, transcribió sus diarios, sobre todo lo relacionado con la música.

 "Era maravilloso ver dialogando al intérprete con el compositor; al mismo tiempo dialogando consigo mismo y, lo más hermoso, es que estos cuadernos de análisis están destinados a la interpretación".

 Hasta hoy, cuando lee sus papeles, Santibáñez siente como si dialogara con él.

'Boric, lo mejor que le ha pasado a Chile'

 Santibáñez, quien fuera Agregada Cultural de Chile en París durante la Presidencia de Michelle Bachelet, se dice esperanzada con el Gobierno de Gabriel Boric.

 "Boric es lo mejor que le ha pasado a Chile, lo que no quita que hay sectores de derecha y de extrema derecha que le van a seguir haciendo la vida imposible. Hay que estar muy atentos, dejar esa ingenuidad de los principios.

 "No significa abandonar los principios, pero no hay que ser ingenuos: hay mucha maldad, la misma maldad que derrocó a Salvador Allende o que no permitió a Bachelet que hiciese todo lo que estaba en su programa".

 



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