Para disfrutar en casa

Monterrey, N.L.

THE INTERNSHIP

Vince Vaughn y Owen Wilson intentaron repetir la exitosa mancuerna de Los Cazanovias con esta comedia bien intencionada, aunque fallida en momentos. Los actores interpretan a Billy y Nick, respectivamente, dos agentes de ventas de relojes que se quedan sin trabajo. Buscando una oportunidad, se meten al programa de internos de Google, donde los mejor evaluados tienen garantizado un trabajo. Lo que nos presenta el director Shawn Levy es una comedia de fórmula que pone a los personajes a competir con muchachos que apenas tienen 21 y el resultado es un choque generacional donde los grandes y los jóvenes se complementan. La película tiene momentos ingeniosos y por lo menos logra mantener un balance adecuado entre el elenco, pese a que algunas secuencias duran de más. A final de cuentas tiene una idea interesante y algunos buenos momentos, y será del agrado de los fans de Vaughn y Wilson. 

SCREAM

Veinticinco años después de la matanza que marcó para siempre la historia de Woodsboro, California, “Ghostface” está de regreso.

Una serie de nuevos crímenes contra adolescentes que evocan a los originales, reúne a los sobrevivientes del caso con una joven que parece estar en la mira del asesino.

Esa es la premisa de Scream, la secuela y reboot de la franquicia creada por Wes Craven en 1996 y que conecta directamente con ella.

El guion de James Vanderbilt y Guy Busick, basado en los personajes creados por Kevin Williamson para la original, está resuelto en forma muy inteligente y equilibrada, es entretenido y vigente, conservando la esencia de crítica al género slasher que hizo memorable a la primera.

La producción en general respeta también los cánones estéticos y narrativos que distinguieron a las cuatro películas anteriores de la franquicia, pero adaptándolos a la realidad actual para las nuevas generaciones.

En ese sentido da mucho gusto ver a la mexicana Melissa Barrera compartir pantalla con Neve Campbell y Courteney Cox en papeles de igual importancia y abrir la puerta para, al menos, una nueva trilogía.

No es indispensable haber visto las cintas previas, pero ayuda a hacer más disfrutable la experiencia y a entender las referencias que se hacen de ellas.

Scream es una excelente opción para una noche de cine y palomitas, con la luz apagada y el volumen muy alto.

NO EXIT

Sin Salida es una especie de thriller “de bolsillo”, simple en su planteamiento, con pocos personajes, pero efectivo y entretenido.

El punto de partida es la novela homónima de Taylor Adams, sobre una chica varada en un refugio en el bosque durante una tormenta de nieve que se ve atrapada en una inesperada situación de vida o muerte cuando descubre que hay una niña cautiva en una furgoneta.

El guion de Andrew Barrer y Gabriel Ferrari aborda la trama de manera convencional, sin tomar riesgos ni proponer nada nuevo desde el punto de vista estructural o de la profundidad o complejidad de los personajes, con los consabidos giros argumentales aparentemente inesperados, pero que pueden resultar predecibles si se es medianamente observador.

El director Damien Power construye la tensión de manera eficiente, con un buen ritmo narrativo y buen sentido del entretenimiento.

Naturalmente, sin dar spoilers, ese tipo de tramas desembocan en cierta violencia y en ese sentido el director demuestra tener habilidad para manejar ese tipo de secuencias e impactar a la audiencia llevándola al estado emocional que busca.