Enferma al sector medicamento ilegal
Pese a que en México las autoridades combaten la comercialización de medicamentos ilegales, su continua venta sigue “enfermando” al sector.
México, D.F.
“Hemos detectado incluso redes de pepenadores que juntan el medicamento caduco, hacen un nuevo empaque y lo venden; también está el medicamento de mala procedencia, que se vende ilegalmente por internet, que son importados de Centroamérica”, explicó Becerra.
De acuerdo con datos de la Unefarm, el comercio ilegal y falsificación de medicamentos en México asciende a más de 13 mil millones de pesos al año e impacta a todos los Estados de la República.
Entre los principales medicamentos ilegales que se comercializan en México se cuentan los clonados, las muestras médicas, los robados y los caducos, resaltó Becerra.
El directivo del organismo, que reúne alrededor de 5 mil farmacias independientes, destacó que estos medicamentos provienen generalmente de Centroamérica y los que más se falsifican son los de disfunción eréctil y de enfermedades crónico degenerativas.
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Cifras de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) señalan que durante la actual Administración federal se han asegurado alrededor de 240 toneladas de medicamentos irregulares en México, un incremento de 676 por ciento en comparación con 2012.
Ante esta problemática, Becerra explicó que actualmente organismos como la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéuticas, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica y la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos crearon la empresa Singrem, la cual coloca contenedores para recaudar medicamentos caducos en las principales farmacias del País.
“Singrem tiene presencia en las principales ciudades de la República donde la gente puede colocar los medicamentos caducos y sobrantes que tienen en casa”, destacó Becerra.
Ricardo Romay, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), detalló que estos productos se comercializan principalmente en mercados informales, centrales de abasto y comercios ambulantes.
“Con la presencia de medicamentos ilegales el mayor riesgo lo corre la población que los adquiere, el consumidor final, ya que, independientemente de su cuestionada efectividad, pone en riesgo la salud, y en algunos casos hasta la vida”, resaltó el directivo.