Este nuevo crimen ha vuelto a conmocionar a Argentina a solo dos semanas del abuso sexual y asesinato de Micaela García, de 16 años, a manos de un condenado por doble violación que estaba en libertad condicional. El pasado 12 de abril miles de personas se concentraron en Plaza de Mayo para exigir justicia por Micaela y los alrededores fueron empapelados con fotografías de Araceli con la esperanza de que alguien pudiese aportar alguna pista sobre su paradero.
El 1 de abril Araceli cenó con amigos y a las dos de la madrugada recibió una llamada y se fue. Nadie sabe quién la llamó ni quién la pasó a buscar. Alrededor de las siete de la mañana le mandó un mensaje a su madre para decirle que pusiera agua a calentar porque estaba volviendo a casa y así se tomaban juntas unos mates. Nunca llegó y su familia y amigos la buscaron puerta a puerta durante más de tres semanas.
Baradacco declaró como testigo horas antes del hallazgo del cadáver. Frente a la fiscal, confesó que en la madrugada de la desaparición de Araceli tuvo relaciones sexuales con ella en un camión de la empresa de venta de materiales de construcción donde trabaja, pero que no sabía a dónde se dirigió cuando se separaron. El vehículo está secuestrado y se halló ADN de la joven en su interior. La mujer fue asesinada el mismo día de su desaparición, según la conclusión de los forenses, que esperan el resultado de la autopsia para establecer la causa de la muerte.
La familia de Araceli Fulles confirmó la identidad del cuerpo. "Es el de ella", dijo a los medios su padre, Ricardo Fulles, al salir de la morgue. Su madre, Mónica, pidió que se haga justicia y que su asesino "se pudra en la cárcel". "Me la quemó con cal viva, me la desfiguró", dijo entre lágrimas. Anoche, el padre lanzó duras críticas contra la policía y en especial contra la fiscalía, a la que acusó de no haber hecho nada. Las críticas se multiplicaron también a través de las redes sociales. "Falla la protección, falla la policía, falla la Justicia. Las mujeres estamos en riesgo. Mucho más las jóvenes", escribió en Twitter la periodista Ingrid Beck, una de las integrantes del colectivo Ni Una Menos.
En la causa hay hasta el momento seis detenidos, cuatro acusados del delito de homicidio calificado y dos por encubrimiento. Además, tres policías han sido separados de forma preventiva, entre ellos uno que era hermano de dos de los presuntos cómplices. "Ese policía trabajaba en al comisaría en la que se hizo la denuncia. De movida yo dije que se hacían esas cosas. Y ahí está la consecuencia", señaló Ricardo Fulles.