El reparto de tierras que dio origen a Reynosa. Una historia de 250 años

El 23 de agosto de 1767, un total de 36 familias recibieron extensiones de tierra para formar lo que hoy es Reynosa. Se acaban de cumplir 250 años en que don Juan Fernando de Palacio y el licenciado José Osorio, comisionados por el Excelentísimo señor Marqués de Croix, realizaron la repartición de tierras.

Salvador Moreno Garza, quien gracias a su abuela, cuenta con un acervo histórico como libros, revistas, documentos y planos que se sabe de memoria pues dice, Reynosa tiene una historia maravillosa.

“El 23 de agosto de 1767 fue cuando se donó la tierra, donde cabe destacar que cuatro leguas cuadradas se dejaban para el pueblo y cuatro más, en ese entonces, eran propiedad del Estado de Texas”.

Fue así que se otorgaron extensiones de tierra de 2 sitios de ganado mayor, a cada uno de los beneficiarios.

“Un sitio de ganado mayor eran mil 755 hectáreas y a don Carlos Cantú, por ser el fundador le dieron un poco más. Lo interesante es que las tierras se las regalaron prácticamente para que cada quien se estableciera, pusieran sus ranchos o fueran poblando”.

De esta forma comenzó el progreso de Reynosa con las primeras familias que contaron con certeza legal de sus tierras.

Francisco Cano, Juan Guzmán, Ignacio de la Garza, Javier Zepeda, Francisco J. de la Garza, Félix de la Garza, José María de la Garza, Pedro Cantú, José Aparicio y José Ignacio Cantú, recibieron sus dos sitios de tierra.

También recibieron este beneficio Vicente Treviño, Juan Antonio Ballí, Cristobal Cano, José F. Cano, Cristobal R. Cano, Juan F. Cabora, José Onofre, José Cano, Pedro Cavazos, José F. Cavazos, José Antonio Cavazos, Domingo Garza, Joaquín Galván, Idelfonsa Quintanilla, Carlos Cantú, María G. Cavazos, Nicolás Cantú, Bartolomé Fernández, Alejandro Fernández, Eugenio Fernández, Domingo G. de los Santos, Cayetano Tijerina, Bartolomé Fernández, María Rita Tijerina, Santiago Torres y Francisco Quiroz.

“Por ejemplo, según la historia y lo que dicen los libros, en la loma de San Antonio le tocó a Juan Antonio Ballí y a Carlos Cantú le tocó en Lomas del Morillo, que fue el fundador de Reynosa”.

Uno de los datos curiosos de la historia, es que el documento que acredita a los nuevos dueños lleva el encabezado: “Noticia de la fundación de los pueblos del Estado, con expresión de las tierras que fueron adjudicadas a primitivos pobladores”.

Salvador Moreno explica que estas tierras formaban parte del Nuevo Santander y que en 1970 llegó La Sauteña de Río Bravo.

“Les dieron las tierras para que estuvieran tranquilos, se las regalaron. Tengo una escritura donde don Carlos Cantú vende una porción de tierra en 100 pesos a Onofre Cavazos porque salió mal con José Escandón”.

Cuenta que con el paso del tiempo y tras la muerte de los propietarios fundadores, los hijos de éstos fueron vendiendo los terrenos.

Salvador Moreno Garza destaca que con la instalación de las familias en lo que ahora es Reynosa, se le quitó el auge a El Charco Escondido.

“La calle Charco de ahorita por eso le dicen así, porque era el camino principal para llegar allá. Como ahí llegaba la carretera a Matamoros, a veces la gente ya no llegaba a Reynosa, se quedaba en El Charco, por eso las fincas tenían mucho dinero, se juntaban hasta mil vacas y ahí las vendían”.

BENEFICIADO. Don Carlos Cantú, fundador de Reynosa, también recibió tierras.