El demócrata Joe Manchin apoya a Kavanaugh
El senador desafía a su partido y vota a favor del candidato al Supremo en la primera ronda
Este viernes ha estado más claro que nunca lo que hace unos días expresó el senador demócrata por Montana Jon Tester, cuyo puesto también está en liza en las próximas legislativas de noviembre en un Estado profundamente republicano: “Joe representa a Virginia Occidental, no representa al Partido Demócrata”. Joe es Joe Manchin, un senador demócrata en un Estado que en 2016 Donald Trump ganó por 42 puntos de ventaja frente a su rival, Hillary Clinton. Y el día 6 de noviembre se juega el puesto de trabajo. “Joe tiene que hacer lo que cree que es bueno para Virginia Occidental. Así de sencillo. Yo haría lo mismo por Montana”, explicaba Tester.
Pasaban las 10.30 de la mañana de este viernes, hora local, cuando el Senado realizaba una votación de trámite para dar por finalizado el debate sobre la nominación del próximo juez del Tribunal Supremo, el controvertido Brett Kavanaugh, y avanzar hacia la votación final de confirmación del candidato, que, con bastante probabilidad, se celebrará este sábado.
Manchin rompía con su partido, como lo hizo desde el otro lado del espectro político la senadora republicana por Alaska, Lisa Murkowski, que votó en contra de dar por finalizado el debate sobre la confirmación. El resultado, 51-49, sugiere —pero no garantiza— que el juez Kavanaugh tendrá el suficiente apoyo este fin de semana para convertirse en el próximo juez del Supremo, un cargo vitalicio que define durante décadas la legislación sobre algunas de las cuestiones que más polarizan este país, desde el aborto hasta la pena de muerte.
El senador de Virginia Occidental ha dejado claro que se toma en serio las alegaciones de abusos sexuales de Christine Blasey Ford (51 años) contra el juez (53). Pero que aquello pasó hace muchos años, concretamente en 1982, cuando el magistrado era un joven y no el adulto que es ahora. Hasta el momento, Manchin era uno de los dos senadores demócratas —el otro es la senadora Heidi Heitkamp, de Dakota del Norte, que ya ha anunciado que votará 'no'— que quedaban por posicionarse sobre Kavanaugh. Y por su sentido del voto de hoy, todo indica que pesan más sus votantes en casa, en un Estado favorable a Trump, que la monumental batalla librada en torno a la nominación del juez Kavanaugh.
Según Jonathan Kott, director de comunicación de Manchin, “el senador y el presidente Trump tienen una buena relación y han hablado recientemente sobre diferentes asuntos”.
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Con lo que ahora se especula es si Manchin no reproducirá lo que ya hizo el republicano John McCain en 2017, cuando escenificó uno de los momentos más teatrales en el Senado. El recientemente fallecido senador por Arizona votó a favor de pasar a la votación final para tumbar la reforma sanitaria de Barack Obama, uno de los pocos logros de sus dos mandatos como presidente. Pero cuando sonó su nombre para pronunciarse a favor de derogar la bestia negra de los trumpistas, McCain asestó un duro golpe a la Administración de Donald Trump. El prisionero de guerra se limitó a hacer un gesto tan dramático como el que hacían los emperadores romanos cuando mandaban a alguien a ser devorado por los leones. McCain levantó su mano derecha y dirigió su pulgar hacia el suelo. Con aquel thumb down quedaba enterrada para siempre la posibilidad de que Obamacare desapareciera. Está por ver cuál es el sentido del pulgar de Manchin y cuál la deriva que toma la mayor institución judicial del país debido a ello.