EEUU acepta “Hecho en Israel” en productos de asentamientos
El Departamento de Estado estadounidense anunció el jueves que aceptará que los productos de asentamientos israelíes lleven el rótulo “Made in Israel” (Hecho en Israel), rompiendo con la política tradicional estadounidense
JERUSALÉN
El anuncio precedió a la visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, a un asentamiento israelí en Cisjordania, la primera de un funcionario estadounidense de tan alto nivel. Pompeo había anunciado momentos antes el jueves una iniciativa para combatir el movimiento de boicot a Israel liderado por los palestinos.
La visita al asentamiento y el anuncio de que Estados Unidos consideraría como antisemita al movimiento de boicot y cortaría todo su financiamiento a grupos que participaran en él, suponían un regalo de despedida a Israel de un gobierno que ha roto con décadas de política estadounidense para apoyar las reclamaciones israelíes sobre territorios capturados en guerras.
Una fuente del Departamento de Estado que habló bajo condición de anonimato confirmó a periodistas que viajaban con Pompeo —pero que no recibieron autorización para acompañarlo— que había visitado la bodega y el asentamiento de Psagot, cerca de Jerusalén.
Pompeo dijo antes que también visitaría los Altos del Golán, una región que Israel arrebató a Siria en la guerra de 1967.
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Israel ha construido decenas de asentamientos en Cisjordania que los palestinos reclaman para un estado futuro. La mayoría de la comunidad internacional considera esos asentamientos como una violación del derecho internacional y un obstáculo para la paz.
El plan del presidente Donald Trump para Oriente Medio, que favorecía de forma abrumadora a Israel y fue rechazado por los palestinos, permitiría a Israel anexionarse hasta un tercio de Cisjordania, incluidos todos sus asentamientos.
Pompeo afirmó ante que Washington cortará todo apoyo del gobierno a organizaciones que participen en el boicot a Israel, una medida que podría negar financiamiento a grupos palestinos e internacionales de derechos humanos.
“Consideraremos como antisemita la campaña global de BDS contra Israel”, dijo Pompeo, en alusión al movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones.
“Tomaremos medidas de inmediato para identificar a las organizaciones que participan en la conducta de odio del BDS y retiraremos el apoyo del gobierno estadounidense a esos grupos”, dijo, añadiendo que todos los países debían “reconocer el movimiento BDS como el cáncer que es”.
Los organizadores del movimiento lo describen como una forma no violenta de protestar por las políticas israelíes hacia los palestinos, basada en una campaña que ayudó a poner fin al apartheid en Sudáfrica. El movimiento ha tenido un éxito limitado a lo largo de los años, pero no ha afectado a la economía israelí.