Educación basada en competencias
Calidad del Recurso Humano Actual. Las nuevas tecnologías han generado tal cúmulo de información que la vida entera no alcanzaría
Hoy México se enfrenta a grandes retos en materia de competencia de recursos humanos, y Reynosa, con su gran crecimiento industrial y económico, no está indiferente a estos fenómenos sociales, por lo cual requiere de esta calidad y corriente de actualización para tener un recurso humano capaz de competir con los nuevos retos que se aproximan.
“En este camino de la investigación Educativa, me encontré con un trabajo de alto impacto, en lo que respecta a actualización del recurso humano y las nuevas tendencias en calidad del mismo. Por esta razón me encantaría dar a conocer parte de este trabajo con base en la Educación Basada en Competencias”, dice Yolanda Agudín, estudiante universitaria de esta ciudad.
Y nos explica el concepto de competencia. “Si enfocamos las competencias desde el ámbito de la economía global, se les puede interpretar como un aspecto del behaviorismo (conductismo). Sin embargo, si encauzamos las competencias a partir del sello que caracteriza a la Universidad Iberoamericana, el humanismo cristiano, y las situamos dentro del pensamiento crítico, pueden llegar a ser un avance muy positivo en la educación”.
Competencia indica capacidad y en el presente siglo, dentro de un mundo globalizado, nos guste o no, éste será un criterio importante con el que todos seremos medidos. El proyecto de la educación basada en competencias nace a partir de las nuevas tecnologías, ya que éstas han generado tal cúmulo de información que la vida entera no nos alcanzaría, no sólo para leerla, sino para al menos ojearla, de ahí que la época que vivimos actualmente haya sido llamada la "edad de la información".
La incertidumbre e inquietud se acrecientan a medida que nos encaminamos hacia la transición a una sociedad global, en la que sabemos que los nuevos medios cambiarán nuestras vidas. Por ello es muy importante que estemos preparados para ofrecer a los alumnos los instrumentos que les permitirán enfrentar su propio futuro.
LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Vivimos en una época en que la información aplicada a las esferas de la producción está revolucionando las condiciones de la economía, el comercio, las bases de la política, la comunicación mundial y la forma de vida y de consumo de las personas. Este ciclo ha sido llamado la "edad de la información" debido a que es la información la que ahora rige en la economía de todo el mundo.
La sociedad industrial se sustentaba en el uso de los recursos clásicos de la economía; ahora, la sociedad de la información se fundamenta en el capital humano, reforzado por las nuevas tecnologías. Hoy el conocimiento se renueva cada cinco años y en ese lapso se genera más información que en todos los cientos de años previos; esta transformación conduce a que la educación se plantee de manera diferente, puesto que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha ampliado las fronteras y transfigurado el proceso de enseñanza -- aprendizaje.
Las competencias son un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que convergen y permiten llevar a cabo un desempeño de manera eficaz, es decir, que el alumno logre los objetivos de manera eficiente y que obtenga el efecto deseado en el tiempo estipulado y utilizando los mejores métodos y recursos para su realización.
Los avances de la investigación de punta, indican que la obtención de las metas radica en el conocimiento de la disciplina, el desarrollo de las habilidades, el crecimiento en hábitos mentales y de conducta que se relacionen con los valores universales y de la misma disciplina, así como en la construcción de competencias de desempeño.
La educación basada en competencias se refiere a una experiencia eminentemente práctica, que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr un fin: el desempeño. En otras palabras, la teoría y la experiencia práctica se vinculan utilizando la teoría para aplicar el conocimiento a la construcción o desempeño de algo.
LA ELECCIÓN DE COMPETENCIAS
Las competencias, igual que las actitudes, no son potencialidades a desarrollar, porque no son dadas por herencia ni se originan de manera congénita, sino que forman parte de la construcción pertinente y persistente de la persona.
La construcción de competencias debe relacionarse con una comunidad específica, es decir, desde un entorno social, respondiendo a sus necesidades y de acuerdo con las metas, requerimientos y expectativas cambiantes de una sociedad abierta. Para elegir el núcleo de competencias básicas que se requiere construir, es necesario analizar y responder en forma realista las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las competencias básicas y necesarias para obtener buenos resultados en la práctica profesional contemporánea?; ¿Qué indicadores permiten elegir las competencias que se van a construir?; ¿Cuáles son los medios más efectivos para construir estas competencias?; ¿Cuáles son los medios más efectivos para comprobar que los alumnos han construido estas competencias?
EL DESEMPEÑO
El desempeño es un fin que ha sido planificado y requiere de los conocimientos y del desarrollo de ciertas habilidades específicas, las cuales se habrán elegido de acuerdo con el resultado que se desee obtener. Este fin debe planificarse de tal manera que admita que el educando tenga una ejecución apropiada a las distintas situaciones y pueda adaptarse a las cambiantes formas de la organización del trabajo.
Por lo tanto, el desempeño debe realizarse de acuerdo con los términos y criterios de las exigencias de calidad que previamente se habrán acordado o establecido para su presentación o ejecución.
En el proceso educativo, las competencias se construyen en la convergencia de los conocimientos, las habilidades y los valores, para lograr una meta que ha sido planificado y es un resultado. El resultado es el desempeño de la competencia.
La evaluación se describe como un resultado de lo que el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa. Determina que el estudiante va a desempeñar o construir algo específico y se basa en la comprobación de que el alumno es capaz de construirlo o desempeñarlo.
Así, las competencias se construyen desde las disciplinas, que son el marco de referencia del aprendizaje, con los conocimientos, habilidades y actitudes inherentes a cada competencia. Las actitudes o comportamientos responden a los valores y a las disciplinas.
La evaluación se basa en una demostración del desempeño o en la elaboración de un producto. Las competencias se construyen durante el proceso de aprendizaje y también son el resultado de este mismo.
En términos pedagógicos, centrar los resultados en el desempeño implica modificar no sólo el diseño curricular, sino las prácticas de enseñanza y la evaluación, que tradicionalmente se había centrado en la información que el estudiante acumulaba. Ahora se proponen diferentes esquemas con una diversificación de las situaciones del aprendizaje y la evaluación, que permiten al estudiante actuar de manera activa, de tal forma que pueda resolver problemas, aprender a aprender y ejercer, aplicando en forma práctica sus conocimientos y habilidades, a diferentes situaciones en diversos escenarios.
NUEVOS MODELOS
Actualmente las competencias son el eje de los nuevos modelos de educación y se centran en el desempeño. No se separa el saber del saber hacer, el esfuerzo queda centrado en los resultados del desempeño en los que se integra.
Las habilidades se componen de un conjunto de acciones relacionadas, no se desarrollan aisladamente, se asocian a los conocimientos y a los valores y unos a otros se refuerzan, se desarrollan en secuencias. Las habilidades básicas se incrementarse antes que las avanzadas.
