Disfrutó ver cómo violaban y asesinaban a su pequeña

Fue estrangulada por criminales contratados por su propia madre.

Nuevo México.

Un tribunal estadounidense de Albuquerque en Nuevo México inició una audiencia del caso de la trágica muerte de una menor de 10 años de edad, quien fue violada y asesinada por criminales contratados por su propia madre.

La mujer, identificada como Michelle Martens, de 35 años de edad, al principio admitió que miró cómo drogaban, violaban y mataban a su pequeña, aunque luego mencionó que ella misma había planeado el trágico crimen.

A través de su página en Facebook, Martens se describía como una mujer cristiana amante de los niños, así lo informaron algunos medios locales. "Los quiero tanto", escribió la criminal en 2012.

EL CRIMEN

Sin embargo, a pesar del supuesto amor que le tenía a sus hijos, conforme a las investigaciones que se realizaron, en los últimos meses la mujer dedicó bastante tiempo para buscar al autor del crimen que había tramado mentalmente. Tuvo algunos encuentros con al menos tres hombres, uno de ellos un compañero de trabajo y otros dos que conoció por Internet.

Fabián González, de 31 años de edad, aceptó haber cometido el horroroso crimen e invitó a una de sus primas, quien fue identificada como Jessica Kelley, para ser su cómplice, quienes drogaron a la niña con metanfetamina, luego abusaron sexualmente y después la estrangularon en el domicilio de la familia Martens.

Ambos criminales decidieron desmembrar el cuerpo, pero el trabajo aún no había terminado, sino que prendieron los restos de la menor en la bañera y fue ahí donde la Policía encontró el cadáver el pasado 24 de agosto. Algunos huesos estaban en la cesta de la ropa sucia envueltos en plástico.

Los elementos de la Policía de Albuquerque mencionaron que es el asesinato más horroroso que han visto a lo largo de su carrera. La propia madre confesó que disfrutó ver cómo violaban y mataban a su hija. Finalmente, los otros dos acusados tenían antecedentes penales y hasta el momento el hombre se encuentra en el plazo de prueba por agresión contra una mujer.