Diputada argentina provoca escándalo con proyecto contra vacunas
La diputada oficialista Paula Urroz provocó una polémica en Argentina al presentar un proyecto de ley para que las vacunas infantiles dejen de ser obligatorias.
La iniciativa ya llegó a la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados en medio del rechazo y críticas de la comunidad científica del país sudamericano.
“Deberán recibir una información fehaciente acerca de los riesgos que la inoculación de la vacuna en cuestión implica, posibilitando la aceptación o no aceptación de ese acto médico, en cumplimiento del derecho al consentimiento informado”, planteó.
También sugirió que en los lugares públicos y privados donde se suministren vacunas “deberá exhibirse de forma visible un cuadro informativo donde se advierta sobre las contraindicaciones” de su aplicación.
El proyecto autoriza a que en caso de presentarse efectos adversos “de cualquier naturaleza”, el damnificado o sus representantes legales denuncien a quienes suministraron la vacuna.
Según la diputada, las vacunas contienen componentes de naturaleza tóxica y biológica “que conllevan un riesgo, constatado en los hechos, de muerte, enfermedad aguda o crónica de variada naturaleza, a lo que hay que añadir la modificación del patrimonio genético".
En caso de prosperar la iniciativa, Argentina se sumaría a los países en donde avanzaron los movimientos antivacunas y que provocaron el renacimiento de enfermedades como el sarampión, que ya estaba erradicado.
La iniciativa ya llegó a la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados en medio del rechazo y críticas de la comunidad científica del país sudamericano.
En el documento, la legisladora de la alianza Cambiemos que llevó a Mauricio Macri a la presidencia, propuso que las personas que necesiten vacunarse por razones específicas (como un viaje a un lugar de riesgo) y las que tengan a su cargo a menores sean informadas de los “riesgos” de las vacunas.
“Deberán recibir una información fehaciente acerca de los riesgos que la inoculación de la vacuna en cuestión implica, posibilitando la aceptación o no aceptación de ese acto médico, en cumplimiento del derecho al consentimiento informado”, planteó.
También sugirió que en los lugares públicos y privados donde se suministren vacunas “deberá exhibirse de forma visible un cuadro informativo donde se advierta sobre las contraindicaciones” de su aplicación.
El proyecto autoriza a que en caso de presentarse efectos adversos “de cualquier naturaleza”, el damnificado o sus representantes legales denuncien a quienes suministraron la vacuna.
Según la diputada, las vacunas contienen componentes de naturaleza tóxica y biológica “que conllevan un riesgo, constatado en los hechos, de muerte, enfermedad aguda o crónica de variada naturaleza, a lo que hay que añadir la modificación del patrimonio genético".
En caso de prosperar la iniciativa, Argentina se sumaría a los países en donde avanzaron los movimientos antivacunas y que provocaron el renacimiento de enfermedades como el sarampión, que ya estaba erradicado.