Despiden a Obispo en Saltillo
En medio de llanto y oraciones, el pueblo y el gobierno de la Diócesis de Saltillo despidieron este domingo al Obispo Francisco Villalobos Padilla, cuyo féretro quedó en una cripta de la Catedral, junto a otros obispos
El cuerpo del Obispo, quien falleció el jueves a la edad de 101 años, llegó a las 8:00 horas de este domingo a Catedral, donde se ofició una misa y se permitió a los fieles pasar cerca del féretro para despedirse.
El Obispo Hilario González recordó que Francisco Villalobos Padilla hizo realidad el lema de su ministerio episcopal cuando asumió como Obispo de la Diócesis de Saltillo el 28 de octubre de 1975, "Enviado por el Señor".
"Fue alguien disponible para la misión de Dios y perseverante en ella", dijo Hilario González, "para el pueblo, los laicos y quienes nos dedicamos a la vida consagrada tenemos en Monseñor Francisco Villalobos un testimonio martirial, de un testigo que da la vida continuamente, de manera permanente, hasta el último día de su vida".
Un sobrino del Obispo dio un discurso interrumpido en varias ocasiones por el llanto, donde resaltó el gran compromiso con la fe de su "Tío Panchito" y la "potencia" de su vocación religiosa.
"A nombre de mi familia agradezco a ustedes, su pueblo, la forma tan cariñosa como lo recibieron desde el primer momento", dijo.
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"La tarea que les queda a ustedes, pueblo, a sus sucesores en el gobierno eclesiástico, es que su modo de vida, sencillez cordialidad, alegría, trabajo intelectual, fe en Dios e increíble fuerza de voluntad, resulten herencias para todos nosotros".
Francisco Villalobos Padilla nació en Guadalajara, Jalisco, un 1 de febrero de 1922, en su ciudad natal inició sus estudios religiosos que continuó en Roma, donde se ordenó presbítero en abril de 1949.
Obtuvo el doctorado en Historia Eclesiástica en la Pontificia Universidad Gregoriana y tras su regreso a México fue sacerdote en el Seminario de Guadalajara, donde dio clases como Historia, Latín y Francés hasta octubre de 1975, que asumió como Obispo de Saltillo.
Durante la misa de Exequias se leyó una carta de Roma, donde el Papa Francisco expresa sus condolencias a familiares y fieles.
También una carta del Obispo Emérito Raúl Vera López, quien lamentó no haber podido estar presente.
Finalizada la misa, el féretro de Francisco Villalobos fue colocado en una cripta en Catedral junto a los sepulcros de otros obispos locales.