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Jonny Uribe: El crack del ´puente negro´

Así como el balón que patea, la vida del futbolista reynosense ha dado muchas vueltas. Su adicción al futbol lo salvó de las drogas y le permitió debutar en la Segunda División

Jonny Uribe: El crack del ´puente negro´
Por: Alberto Gamboa
Octubre 11, 2024 -

Sentado en los viejos y oxidados tubos del famoso "puente negro" de la colonia Praderas, Jonny Uribe clava su mirada en las peligrosas aguas del canal Anzaldúas, ahí donde aprendió a nadar cuando era un niño, "Nos aventábamos todos desde morrillos con madre, fíjate ... cómo nunca nos ahogamos, porque sí está peligroso ¿verdad?", comenta mostrando  poquito de arrepentimiento.  

Sus ojos no dejan de observar el enorme caudal, porque ya en confianza, cuenta que antes de ser futbolista aprovechó sus dotes como nadador para cruzar personas a Estados Unidos por el río Bravo. Eso más que un trabajo era un delito y por eso fue arrestado, deportado y fichado.           

"Me arrepiento porque era un jale donde arriesgaba mi vida muy seguido y además estoy bien quemado en migración; me gancharon varias veces y ya no podré arreglar papeles para cruzar legalmente al otro lado", dice ahora sí bastante arrepentido.   

En su barrio todos lo conocen, ya sea por sus locuras o porque es muy bueno con el balón en los pies. "¡Qué onda Coco ... qué tranza!", le gritan desde una bicicleta. 

"Así me dicen aquí (El Coco) ... porque me gustaba mucho esa madre (la cocaína) y pues también era alcohólico. La neta, me metía de todo un poco y así era muy difícil arrimar dinero a la casa, pero tengo más de tres años que no consumo nada de nada porque preferí ser futbolista y cumplir mi sueño", expresa con mucho orgullo, pues ese apodo lo dejó marcado, como cada uno de sus tatuajes.

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Hace un año, Johny estaba debutando en la Liga Premier (Segunda División Profesional) con los extintos "Compas" del Club de Futbol Reynosa.

Su vida era un desorden, pero recuerda perfectamente que entrando a la cancha todos sus problemas se acababan. En cada partido regalaba 90 minutos de magia, porque era un jugador atrevido y desequilibrante, el crack del "puente negro" en el fútbol llanero. 

Un día que no se metió nada, es decir, que no se drogó, lo vieron jugar y le abrieron las puertas en los Mineros de Reynosa, equipo de la Liga TDP (Tercera División). A partir de ese momento entendió que el futbol era la única adicción que valía la pena conservar. 

"Desde niño uno sueña mucho, ya logré jugar futbol profesional y luego era como las drogas, porque quieres más, y entonces le eché todas las ganas para poder jugar en una división más arriba", expresa con emoción, porque su fotografía ya aparece en la página de la Federación Mexicana de Fútbol y no solamente en la lista negra de la Patrulla Fronteriza.  

El Johny no está orgulloso de su pasado, pero tampoco se avergüenza. Así como el balón que patea, su vida ha dado muchas vueltas. Hace un año estaba debutando en la Liga Premier (Segunda División Profesional) con los extintos "Compas" del Club de Futbol Reynosa. 

Lo que pasó pasó; lo malo que hice ya quedó atrás y me da gusto que ahora me conozcan más por futbolista. Se siente chido que a uno le digan cosas buenas y que te vayan a ver y a gritar al estadio¨. JOHNY URIBE FUTBOLISTA REYNOSENSE

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Apenas tiene 23 años de edad, pero el jugador ya podría escribir un libro con todo lo que ha vivido dentro y fuera de las canchas. 

Es papá de Naomi, de 5 años, y de Mateo, de 3, quienes todos los días lo motivan a seguir limpio. Johny se marcha a casa y deja en el "puente negro" más aventuras, que otro día, con más calma, contará.

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