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Corta oreja Hernández Gárate en la Nuevo Progreso

El rejoneador Jorge Hernández Gárate cortó una solitaria oreja en la tercera tarde de la Feria de Aniversario 2023 de la Plaza de Toros Nuevo Progreso

 La corrida de rejones terminó por ser un mano a mano con Emiliano Gamero, luego de que el principal atractivo, el rejoneador portugués Diego Ventura, quedó fuera del cartel debido a una luxación de clavícula que se anunció a tan solo unas horas del festejo.

Foto ReformaCorta oreja Hernández Gárate en la Nuevo Progreso

  • GUADALAJARA, Jalisco

 La tarde de rejoneadores estuvo cerca de ser suspendida, pero dos horas y media antes del comienzo se anunció que sería un mano a mano entre Hernández Gárate y Gamero.

 Ante una entrada de poco más de un cuarto de plaza se lidiaron cuatro toros de Enrique Fraga y dos de Fernando de la Mora de desigual presentación y juego.

 El tercero de la tarde, "Copetón", del hierro de Enrique Fraga embestía de cerca la montura de Jorge Hernández Gárate y provocó el resbalón del caballo "Velázquez" y la caída del rejoneador, quien se levantó y montó de nuevo para volver a la cara del toro.

 En la suerte suprema cabalgó a "Rocha" y culminó su faena correctamente con el rejón de muerte para cortar la primera y única oreja de la tarde.

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Mientras que con el primer ejemplar mató en el segundo viaje, y ante el quinto, un burel que tenía más fuerza, tuvo un concierto de fallos con el rejón de muerte.

 Emiliano Gamero no estuvo fino con el acero. El segundo astado del festejo fue de menos a más y el rejoneador realizó sus mejores pasajes de la lidia en los quiebres del caballo "Guapo" al colocar las banderillas, en el último tercio le dio muerte en el descabello.

 En el cuarto toro, Gamero cerró la faena montado en "Glamour" y le provocó un derrame. El rejoneador capitalino escuchó división de opiniones y aún así dio la vuelta al ruedo.

 Gamero lució por momentos en el toreo a caballo con el cierra plaza, que tenía más recorrido y acudía al caballo, pero también falló en la colocación del acero y se retiró, como correspondía, con las manos vacías, pese a su insistencia hacia el público y juez de plaza para que le concedieran un trofeo.



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