Ganarle a la muerte en la cancha
Lo deseable es que en el futuro haya protocolos de investigación en el hospital para hacer estudios a los futbolistas inmediatamente después de haber recibido un golpe en la cabeza
CIUDAD DE MÉXICO
A un año de que en el futbol mexicano se implementó el Protocolo de Conmoción Cerebral, 73 de los 787 jugadores evaluados, hombres y mujeres –9.3%– presentaron síntomas de esa lesión después de haber recibido un golpe en la cabeza durante un partido.
La Liga MX Femenil y la Sub-17 Femenil son las divisiones que reportan el mayor número de incidencias, con 19 y 18, respectivamente, las cuales representan 50.6% del total de futbolistas diagnosticados con conmoción cerebral.
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La Liga MX es la siguiente división con más casos: ocho. Después aparecen la categoría Sub-14 varonil, con siete; la Liga de Expansión, la Sub-18 y la Sub-16, con seis cada una, y la Sub-20, con tres.
Estas cifras son resultado de la implementación del Protocolo de Conmoción Cerebral durante los Torneos Apertura 2021 y Clausura 2021. En el primero se hicieron 331 evaluaciones y se confirmaron 29 casos; en el segundo aumentó el número de revisiones a 456 y 44 jugadores presentaron síntomas.
Esto indica que, de un torneo a otro, el número de evaluaciones se incrementó 37.8% y el número de futbolistas, hombres y mujeres, con una conmoción cerebral aumentó 51.78%. Ambas cifras destacan la importancia de que en el futbol mexicano se aplique este protocolo porque indican que ese tipo de lesiones estaban subdiagnosticadas, lo cual ponía en riesgo la salud de los jugadores.
Los datos de las conmociones cerebrales en futbolistas mujeres son de llamar la atención, aunque de un torneo a otro en la Liga MX Femenil disminuyeron los casos de 11 a ocho jugadoras (-27.3%). Los golpes en la cabeza sí se incrementaron de 94 a 121, para un total de 215 en los dos torneos. El aumento en este rubro fue de 28.7 por ciento.
En el caso de la categoría Sub-17 Femenil el parámetro de la comparación tiene matices, puesto que en el Clausura 2022 se disputó el primer torneo en esta división de reciente creación. En el Apertura 2021 apenas se realizaron siete evaluaciones, y en tres casos se determinó que existía conmoción cerebral.
Wendy Toledo, se estrelló en el palo derecho de su marco y cayó al césped, golpeándose la cara, tuvo que seguir jugando.
En el Clausura 2022 se llevaron a cabo 57 revisiones después de un golpe en la cabeza y 15 jugadoras menores de edad fueron diagnosticadas con ese tipo de lesión.
“Nos llama la atención el femenil porque tiene números más altos de sospecha y de las conmociones que hubo. No todo golpe en la cabeza que es evaluado es una conmoción. El médico especialista lo determina (y si existe, puede ser leve, moderada o grave). El futbol femenil en México ha tenido un desarrollo exponencial en todas las áreas, pero en la cancha todavía tenemos mucho que desarrollar.
“Los números sí demuestran que hay un tema que no podemos perder de vista, sobre todo porque las niñas juegan de una manera mucho más franca. Están aprendiendo algunas técnicas, la biomecánica, preparación física; es todo un proceso que está viviendo la Liga Femenil como la profesionalización en la cancha, pero debemos tener muchísimo cuidado”, explica Víctor Guevara, director general de Competiciones, Operaciones y Desarrollo de la Liga MX.
Un caso muy dramático que se presentó durante el Torneo Clausura 2022 es el de la jugadora del Cruz Azul Sub-17 Adriana Ortiz, quien recibió un balonazo en la cara en marzo último, durante el duelo ante FC Juárez, correspondiente a la jornada 12. Tras el golpe, la futbolista se desvaneció en el campo.
El médico del equipo y el especialista la atendieron y tras determinar que Ortiz sufrió una conmoción cerebral la trasladaron en ambulancia a un hospital en la zona de Acoxpa, en el sur de la Ciudad de México, donde le practicaron exámenes y se quedó internada para una valoración completa.
Mikel Arriola implementó el Protocolo de Conmoción Cerebral.
EL CASO TOLEDO
Fue en mayo de 2021 cuando la asamblea de presidentes aprobó la implementación del Protocolo de Conmoción Cerebral. Por eso cuando en febrero de ese año la portera del Santos Laguna, Wendy Toledo, se estrelló en el palo derecho de su marco y cayó al césped, golpeándose la cara, tuvo que seguir jugando.
Toledo perdió el conocimiento, pero los integrantes del cuerpo médico del Santos la reanimaron y volvió al juego que su equipo disputaba ante el Atlas, en la cancha de Colomos. Después, el equipo informó en un escueto comunicado que a la guardameta se le realizaron “las pruebas pertinentes y se descartó daño a nivel craneoencefálico”; según la información, sólo tenía un esguince cervical grado 2, cuyo tiempo de recuperación ameritaba entre 10 y 14 días.
PUEDEN CAUSAR HASTA LA MUERTE
Las conmociones cerebrales pueden causar la muerte de un futbolista en el momento del golpe o minutos después, pero también puede condicionar deterioros cognitivos, demencia, cambios en el comportamiento e incluso incapacidad laboral.
Un traumatismo es un golpe en la cabeza con una rodilla, con la cabeza de otro jugador, con un poste, un balonazo en el rostro o una caída violenta. Si se pierde el estado de conciencia, como ocurrió con Wendy Toledo, aunque el futbolista reaccione no debe regresar al terreno de juego. Sin embargo, esta disposición comenzó a ser obligatoria apenas hace un año.
Antes, los médicos de los equipos eran quienes decidían el regreso de un jugador a la cancha presionados por el cuerpo técnico y la directiva.
El Protocolo de Conmoción Cerebral fue una de las primeras acciones que Mikel Arriola comenzó a trabajar en diciembre de 2020, cuando fue nombrado presidente de la Liga MX.