Denuncia papa a especuladores
Roma, Italia

El papa Francisco hizo hincapié ayer en los problemas que afrontan los trabajadores en una economía globalizada durante una visita a una fábrica de acero en problemas en Génova, donde resaltó la importancia del trabajo para dar a las personas una sensación de dignidad y denunció a quienes explotan a sus obreros.
La visita pone el foco en la difícil situación de los trabajadores, cuya vida se ha vuelto precaria tras años de crisis económica, incluida Italia. La elevada tasa de desempleo en este país -especialmente entre los adultos jóvenes- ha impulsado a muchos a irse al extranjero.
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En declaraciones ante unos 3.500 obreros, muchos con sus uniformes de trabajo o cascos de seguridad, Francisco distinguió entre los “verdaderos empresarios” -una persona que “comparte las tareas de los trabajadores y comparte las alegrías del trabajo” para crear algo juntos-, de los especuladores a los que no les molesta despedir a sus operarios para buscar ganancias.
“Una enfermedad de la economía es la transformación gradual de los empresarios en especuladores”, señaló el pontífice. “El especulador no ama su negocio, no ama a los trabajadores, solo ve al negocio y a los trabajadores como medios para obtener ganancias”.