Debaten necesidad de nuevas vacunas
Ahora que los fármacos actuales hacen su trabajo, muchos expertos advierten que no se debe fijar la mira demasiado alto
Washington
Las vacunas contra el Covid-19 están salvando innumerables vidas, pero no pueden frenar el caos cuando una nueva variante altamente contagiosa llega a la escena, haciendo que la gente se pregunte: ¿Vamos a necesitar refuerzos frecuentes? ¿Una nueva fórmula? ¿Un nuevo tipo de vacuna?
Eso no está claro, pero ahora que las vacunas actuales hacen su trabajo, muchos expertos advierten que no se debe fijar la mira demasiado alto.
“Tenemos que reconsiderar cuál es el objetivo de la vacunación”, dijo el doctor Daniel Kuritzkes, jefe de enfermedades infecciosas en el Brigham & Women’s Hospital. “No es realista pensar que ningún tipo de vacunación vaya a proteger a la gente de infección, de síntomas moderados, para siempre”.
Si el objetivo es prevenir síntomas graves, “no pudiéramos necesitar hacer tantos ajustes de las vacunas cada vez que surge una nueva variante”.
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El virus esencialmente cambia al mutar, sin que haya forma de saber lo maña que va a ser la próxima variante. Ya está circulando una subvariante de -ómicron con sus propias mutaciones únicas. Hay estudios en curso para crear la siguiente generación de vacunas que pudieran ofrecer una protección as amplia contra variantes futuras — pero no van a estar listas en el futuro cercano.
La solución inmediata: Vacunar a más personas ahora “reducirá las oportunidades para que el virus cambie y genere nuevas letras griegas por las que tengamos que preocuparnos”, dijo Jennifer Nuzzo, del Johns Hopkins Center for Health Security.
¿POR QUÉ NO ES PERFECTA LA INMUNIDAD?
La tarea de bloquear la infección les corresponde a los anticuerpos, que se forman después de una vacunación o una infección con COVID-19, listos para responder la próxima vez que una persona es expuesta.
Un problema: Las mutaciones cambian la apariencia de la proteína que cubre el coronavirus de la misma manera que un deli cuente cambia de disfraz para evadir captura.
Por eso ómicron fue más capaz de penetrar la primera defensa que las variantes previas — su cubierta fue más difícil de reconocer para los anticuerpos existentes.
Además, el sistema inmunológico no está diseñado para estar en estado de alerta constante, así que los anticuerpos que combaten infección desaparecen con el tiempo. Varios meses después de dos dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna, las personas tenían poca protección contra una infección de ómicron — resultado tanto de la desaparición de los anticuerpos como de la mutación de la variante.
Por suerte, otros soldados del sistema inmunológico, llamados linfocitos T, son clave para impedir que una infección se vuelva una enfermedad severa — y esa protección dura más porque esos linfocitos reconocen otras partes del virus que no cambian tan fácilmente.
La protección varía globalmente
- Complicando cualquier cambio en la estrategia de vacunas está la sombría realidad de que solamente 10% de las personas en países pobres han recibido al menos una dosis
- Además, estudios recientes indican que algunos tipos de vacunas usadas en el mundo parecen ser evadidas más fácilmente por ómicron que otras, lo que significa que las estrategias para refuerzos tienen que ser adaptadas.
- Estudios en la Universidad de Yale no encontraron anticuerpos contra ómicron en la sangre de personas que recibieron dos dosis de la vacuna Sinovac, de China
- Las inyecciones iniciales del refuerzo de Pfizer — una vacuna muy diferente — ayudaron, pero no lo suficiente, aumentando los niveles de anticuerpos solamente a los registrados por vacunados con Pfizer que no recibieron el refuerzo.
- Eclipsando todo eso está el hecho de que “no sabemos cómo predecir la próxima variante”, dijo el doctor Jesse Goodman, de la Universidad de Georgetown, un exjefe de vacunaciones para la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos
- Goodman quiere una nueva estrategia global que defina lo que desate un cambio de vacuna
- “De lo contrario vanos a tener de nuevo confusión en el público”, dijo.
UNA TERCERA DOSIS IMPORTA
Tras una dosis de refuerzo, la protección contra síntomas causados por ómicron es de alrededor de 70% — no tan buena como el 94% ante las variantes previas, pero aun así muy eficaz. Lo que es importante, la dosis fortaleció la protección contra síntomas severos.
Los científicos están monitoreando atentamente para determinar si los anticuerpos persisten más tras una tercera dosis — pero en algún momento, esos niveles van a bajar. Las llamadas células de memoria pueden producir más la próxima vez que el cuerpo sienta que son necesarios.
La falta de pruebas agrava desigualdad
Zimbabue
Cuando se enteró de que una amiga dio positivo al Covid-19, Thembi Ndlovu fue a un centro de salud en la capital de Zimbabue para hacerse la prueba. Pero ya estaban agotadas, con lo que la mujer, una peluquera de profesión de 34 años de edad, no supo si debía tomar medidas de precaución para proteger a sus clientes.
“Ojalá pudiera simplemente entrar en una farmacia y comprar una prueba como las de embarazo o las de VIH”, expresó Ndlovu cuando salía de la clínica en un vecindario de clase obrera en Harare. “Sería mucho más fácil”.
Para millones de personas en países ricos, las pruebas domésticas de Covid-19 en muchas ocasiones son abundantes y gratis, incluyendo en Gran Bretaña, Canadá, Francia y Alemania. Pero la mayoría de los habitantes de África han tenido limitado acceso a ellas.
Zimbabue introdujo centros ambulatorios gratis para hacerse la prueba en noviembre del 2020, pero las existencias son pocas y el país carece de un programa nacional para distribuir los tests domésticos.
Busca EU enfermeros en otros países
Muchos hospitales en Estados Unidos están buscando en el exterior para contratar a profesionales de la salud, ya que están sufriendo una agobiante escasez de enfermeros en medio de la pandemia del coronavirus. Y podría ser justo a tiempo.
Este año hay una cantidad inusualmente alta de tarjetas de residencia estadounidense (“green cards”) para profesionales extranjeros, más del doble que hace unos pocos años. Eso es porque los consulados estadounidenses no estaban otorgando visas para familiares de ciudadanos estadounidenses y, por ley, esos cupos vacantes son transferidos a trabajadores elegibles.
Amy L. Erlbacher-Anderson, abogada de inmigración en Omaha, Nebraska, dice que ha visto una mayor demanda por enfermeros extranjeros en dos años que en toda su carrera de 18 años. Y este año, indicó, es más probable que trabajadores de ese sector reciban autorización para entrar a Estados Unidos, siempre y cuando los consulados puedan procesar todas las solicitudes.
“Tenemos el doble de la cantidad de visas de las que teníamos durante décadas”, destacó Erlbacher-Anderson.
“Eso ha creado una situación sumamente abierta”, añadió.
Los hospitales estadounidenses están agobiados por una escasez de enfermeros, luego que muchos profesionales, agotados por la pandemia, han renunciado o se han jubilado. Entretanto, los casos de coronavirus siguen oscilando, colocando bajo intensa presión al sistema de salud estadounidense. Solamente en California, hay una falta de 40.000 enfermeros, el 14% de la fuerza laboral, según un reporte reciente de la Universidad de California en San Francisco.
Los hospitales están tratando de llenar las vacantes con enfermeros itinerantes, pero eso puede resultar costoso. Y administradores de hospitales dicen que la cantidad de graduados de enfermería no es suficiente hoy en día para llenar todas las plazas vacías.
Algunos hospitales han estado trayendo enfermeros de las Filipinas, Jamaica u otros países de habla inglesa y más hospitales se están sumando a la tendencia. Y tanto los hospitales veteranos como los nuevos están tratando de aprovechar la abundancia de “green cards” antes de que concluya el año fiscal, en septiembre.
Usualmente, Estados Unidos otorga por lo menos 140.000 tarjetas de residencia para gente que viene al país de manera permanente para ejercer ciertas profesiones. La mayoría son otorgadas a personas que ya viven en el país con visas temporales, aunque algunas van a candidatos en el exterior. Este año, hay 280.000 green cards disponibles, y las empresas de salud esperan poder obtener algunas para poder contratar a enfermeros en hospitales agobiados por la pandemia.
El gobierno actual en Estados Unidos, bajo el presidente Joe Biden, ha estado tratando de revocar las políticas del gobierno anterior de Donald Trump que restringían la inmigración legal, y ha tomado medidas para ayudar a trabajadores extranjeros del sector salud para que puedan ayudar en la lucha contra la pandemia.