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De la luna de miel soñada a pesadilla

Joel González y Yadira Garza contrajeron matrimonio en Monterrey. Y para su luna de miel contrataron un viaje por crucero, que empezó en Buenos Aires y culminará en Fort Lauderdale, Florida

Joel y Yadira organizaron su luna de miel de ensueño, pero terminó siendo una pesadilla por culpa del coronavirus.

De la luna de miel soñada a pesadilla

El pasado 28 de febrero, Joel González y Yadira Garza contrajeron matrimonio en Monterrey. Y para su luna de miel contrataron un viaje por crucero, que empezó en Buenos Aires y culminará en Fort Lauderdale, Florida.

Todo iba bien, pues el día de su boda, el coranavirus era apenas una epidemia en China y en los países de España e Italia. Algunas naciones europea aún no tenían ningún caso de una persona contagiada.

Contrataron los servicios del crucero Zaandm, que partió de Buenos Aires y visitaría toda la costa de Océano Pacífico.

Pero la situación se agravó al declararse el coronavirus una pandemia y el transatlántico también se vio involucrado.

Lizza González, hermana de Joel, relató en una conferencia virtual desde Chicago, que un pasajero de origen estadounidense abordó el crucero, pero durante el viaje desarrolló los síntomas del Covid-19. Ese pasajero tuvo contacto con otro más, quienes también desarrollaron la enfermedad.

“Es un crucero con más de mil pasajeros”, explica Liza.

Dijo que su hermano y su esposa fueron obligados a permanecer en su camarote y se le racionaron los alimentos y el agua.

“Les deja afuera de su puerta alimentos y seis litros de agua”.

La crisis se agravó porque debieron cruzar el Canal de Panamá rumbo a Florida, pero el gobierno panameño se negó a que el crucero navegará por el canal.

“Actualmente están en aguas internacionales frente a Panamá”, detalla Lizza.

NO LOS DEJAN BAJAR

La crisis que viven los pasajeros se agravó porque han muerto cuatro personas en el barco, además que todos los pasajeros, sanos o enfermos, se les niega el derecho de descender a tierra firme y de ahí continuar su trayecto a sus países de origen.

En el barco viajan personas de muchas nacionalidades, pero sólo cuatro son mexicanos.

Lizza explicó que sí han recibido el apoyo del gobierno mexicano pero aún así no se les ha permitido descender del navío.

Los mexicanos se comunican con sus familiares a través de WhatsApp, pero con dificultades, además de que tienen poco acceso a internet. De acuerdo un despacho de prensa, el gobierno de Panamá autorizó ayer al cruce Zaandam, de bandera holandesa, navegar por el Canal de Panamá para concluir su viaje hasta el puerto de Fort Lauderdale, en Florida.

Pero todavía tendrán que pasar más días en el barco, porque hay muchas personas enfermas de gripa y con problemas respiratorios.

La pesadilla para Joel y Yadira continúa.



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