¿Cuánto cuesta morirse?
Cremación; la tendencia va al alza; el costo varía de 10 a 25 mil pesos
Cuando te mueres nada te llevas, no importa cuanto tengas; poco o mucho.
De quien “se fue” solo queda el recuerdo, un cuerpo enterrado en el cementerio o las cenizas en una pequeña urna de madera.
Sin embargo el dilema a que se enfrentan los familiares de las personas fallecidas es la manera de llevarlas hasta su ultima morada.
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Los Costos
Hay presupuestos para todos, desde sepelios de ocho mil, 10 mil o más pesos en funerarias modestas hasta 35 mil pesos u 80 mil pesos en funerarias consideradas de primer nivel.
El costo es por la propiedad de una fosa para un cuerpo, porque en cuando la fosa incluye más capacidad, para cuatro cuerpos por ejemplo, el servicio se dispara desde los 85 mil hasta los 400 mil pesos o más.
Los servicios intermedios tienen un costo promedio de 30 a 35 mil pesos por fosa para un cuerpo, que incluye ataúd, embalsamamiento, servicio fúnebres y coronas florales, entre otros.
Dependiendo de la empresa funeraria son los costos, pero lo elitista del servicio no exime de inconformidades, pues ya se han presentado denuncias por incumplimiento en la ubicación de las fosas contratadas con antelación o por cobro de gastos adicionales no precisados en los contratos. Inconformidades que se han dirimido ante las autoridades competentes.
La tendencia en los últimos cuatro años ha sido la cremación de los cuerpos, que tiene un costo promedio de 10 mil pesos si la urna con las cenizas se lleva a casa. Si se prefiere colocar la urna en un nicho enclavado en el panteón o en una iglesia el costo puede llegar a los 25 mil pesos o más.
Por eso muchos deudos optan por construir el nicho de la urna en su propio domicilio y tener presente ahí, de manera casi simbólica, al familiar fallecido.
Debido al crecimiento poblacional de la ciudad, el promedio de servicios funerario contratados diariamente en una empresa del ramo oscila entre uno y cuatro por día.
En la ciudad existen dos empresas funerarias de primer nivel, una intermedia y alrededor de cinco modestas, entre estas últimas la funeraria municipal.
Los acontecimientos por enfrentamiento y otros hechos de violencia, que continuamente se registran en la localidad con saldos de víctimas mortales, no influye determinantemente en el número de servicios funerarios.
Esto debido a que la mayor parte de los civiles abatidos por las fuerzas policiales no son identificados, y por lo tanto quedan en calidad de N. N. (No Nombre) en los archivos forenses y sus cuerpos son enviados a la fosa común.
Hay casos en que los familiares de los abatidos no acuden a identificar y reclamar los cuerpos por miedo a represalias de los homicidas que supuestamente pertenecen a grupos antagónicos o por el temor a ser sometidos a investigaciones por parte de las autoridades, indican fuentes del sector.
Cabe precisar que en la estadística de muertes violentas, las autoridades incluyen también los atropellados, electrocutados, ahogados y suicidas, entre otros.
Al respecto, de manera extraoficial, autoridades del sector señalan que se registra un promedio de 15 a 25 muertes violentas por semana, e incluso en dos o tres semanas alternadas en lo que va del año se han llegado a presentar hasta 50 casos por semana.
En las cuatro oficialías del Registro Civil que existen en la ciudad se contabilizan más de 100 defunciones por mes, según cifras obtenidas extraoficialmente.
Las empresas funerarias no hacen distingos y proporcionan el servicio tanto para personas que fallecen por causa natural o por hechos de violencia (enfrentamientos), aunque el número de servicios funerarios que prestan por esta última causa son mínimos por cuestión de los N. N.
TEMA SENSIBLE
En cuanto a la mística de servicio, don Oscar Hinojosa Cantú, director general de Funerales Valle de la Paz, dijo que los contratos por servicios funerarios en la empresa a su cargo los firman “con el corazón, no con la cartera”.
Explicó que en muchas ocasiones han reducido al mínimo los costos para auxiliar a quienes atraviesan por el trago amargo de perder a un familiar y no cuentan con el suficiente capital para pagar el servicio al 100 por ciento.
La reducción en el costo, por condiciones socioeconómicas críticas, no demerita la calidad del servicio funerario, ya que se presta con todo lo que incluye el costo normal, “como si fuera un funeral muy caro”, afirmó el empresario.
Como ejemplo de esa mística de servicio, recordó que ninguna instancia oficial o privada quiso ir por los cuerpos de los 72 migrantes centroamericanos que fueron encontrados en una fosa clandestina en el municipio de San Fernando.
“Nosotros fuimos por los cuerpos y los tuvimos en nuestro cuarto de refrigeración por tres días y medio, adaptando el cuarto frío de las flores para que entraran todos porque eran muchos cuerpos. Durante cuatro días mantuvimos cerrada la funeraria hasta que llegaron autoridades de México por los cuerpos y se los llevaron”, comentó el señor Hinojosa.
“Por ese trabajo no cobramos ni un peso, porque cada una de esos cuerpos pertenecía a un migrante; una persona que fue llamada ante la presencia divina de Dios”, agregó.
Comentó que en ocasiones se ha enterado por terceras personas que una mujer o un hombre fallecieron y no tienen parientes, nadie que pueda pagar el entierro, porque incluso los vecinos o sus amigos son de condiciones económicas estrechas.
Al constatar que efectivamente así es, el empresario dijo que han brindado gratuitamente el servicio funerario en muchos casos. “Hemos roto tabuladores en este tema tan sensible cuando Dios llama ante su presenta divida a uno de nuestros seres queridos”, puntualizó Hinojosa Cantú.
RECONSTRUCTOR DE ROSTROS
José Flores Landa, reynosense, técnico embalsamador, con especialidad en maquillaje y reconstrucción facial, aprendida en un curso de la Universidad de Guadalajara, en 16 años de experiencia laboral ha “preparado” infinidad de cadáveres para que sean sepultados.
Ha reconstruido numerosos rostros de personas fallecidas en accidentes o destrozados por las balas en hechos de violencia. Víctimas que materialmente quedan sin rostro.
Flores landa está, hasta cierto punto, habituado a ese tipo de trabajo y lo realiza no con frialdad, sino con pericia, con concentración, tratando de no dejarse dominar por los sentimientos al imaginar lo que sufrió esa persona al morir.
Sin embargo toda su fortaleza emocional se ha quebrado, se ha derrumbado al reconstruir rostros de niños fallecidos en esas circunstancias.
Se quebró la primera ocasión que le tocó reconstruir el rostro de un niño fallecido en atropellamiento. Mientras reconstruía el rostro de la pequeña víctima pensaba en su hijo y ansiaba llegar a casa para abrazarlo. Lloró al hacerlo, al apretarlo contra su pecho mientras lo tupía a besos.
Flores Landa, poco a poco ha logrado sobreponerse al vértigo de emociones para realizar con maestría su labor, con la esperanza de que los familiares de las víctimas al ver en mejores condiciones el rostro reconstruido, casi igual que cuando estaba en vida, les ayude a aminorar el impacto de la tragedia, del dolor por la perdida del ser querido.
Una de las satisfacciones que le proporciona su trabajo es cuando el familiar de una víctima lo abraza y le da las gracias por haber reconstruido casi a la perfección el rostro del occiso, basado en una fotografía.
Para ese efecto utiliza prótesis para cráneo, pómulos, mentón y ojos, entre otros, así como ceras de varios colores para darles recubrimiento y moldear labios, nariz y orejas.
El toque final es el peinado y maquillaje, para finalmente colocar el cuerpo en el ataúd.
Pasos para embalsamar
Se requieren de unas dos horas para lograr un resultado óptimo.
1.- Se coloca el cuerpo en una mesa de acero inoxidable o porcelana. Luego es lavado con un jabón antigermicida que contienen ciertos componentes desodorizantes. También se lava la boca, las encías y las fosas nasales.
2.- La rigidez del cuerpo es removida por medio de masajes, también se aplican cremas a las manos y el rostro para mantener la piel moldeable.
3.- Los rasgos faciales se fijan aplicando algodón en la nariz, copos de algodón bajo los parpados para mantener los ojos cerrados (en casos difíciles se usa pegamento) y un aparato que mantiene la boca formada (esta además se cierra con alambre o suturas).
4.- Arterias: Se inyecta fluido para embalsamar en la arteria mientras se drena la sangre. Además se inyectan químicos con jeringas en otras partes del cuerpo.
5.- Embalsamamiento de los cadáveres: Se inserta un tuvo metálico hueco, largo y puntiagudo debajo de la última costilla izquierda y con el se pinchan el estomago, la vejiga, intestinos gruesos y pulmones y con él se extraen gases y fluidos. Luego se llenan con líquido para embalsamar.
6.- Otros orificios naturales del cuerpo se rellenan con algodón o gasas.
7.- Las incisiones y agujeros hechos en el cuerpo se cierran con costuras o son cerrados con botones. El cuerpo se lava y seca nuevamente.
8.- Se hace manicura a las uñas, si faltan partes faciales se moldean con cera, se arregla el cabello y se coloca maquillaje en la cara y las manos. El cuerpo se viste y coloca en el ataúd (si es necesario los dedos se pegan entre sí).
Regularmente se prepara el cuerpo para retrasar por lo menos por 72 horas su descomposición, para que las familias tengan tiempo de realizar, los cultos, oraciones y rituales de despedida que de pendiendo de las creencias de los familiares del difunto suelen llevar a cabo.
Existen diversos tipos de embalsamado, pero el más común consiste en inyectar en los vasos orgánicos ciertos líquidos cuya composición varía, para prevenir los fenómenos de putrefacción de los cuerpos.
Entre las substancias que se utilizan están: el formol o masas repletivas preparadas con substancias diversas como agua, alcohol, éter, cloroformo, aceites esenciales (trementina), glicerina, aceites grasos, manteca, sebo, cera, trementina de Venecia, colofonia, barnices (copal, laca), lacre, gutapercha, yeso, gelatinas, albúmina, colodión, leche y otras.
Los costos del embalsamamiento varían dependiendo de la causa de la muerte y van de los 1 mil 500 pesos para los casos de muerte patológica o natural hasta los 3 mil pesos o más en los casos de necropsia.
Entre 8,000 a 10,000. Pesos es el costo de los sepelios en funerarias modestas.
Entre 35,000 a 80,000. Pesos en funerarias consideradas de primer nivel.
El costo es por la propiedad de una fosa para un cuerpo, porque éstas incluyen capacidad hasta para cuatro cuerpos por ejemplo.
Entre 30,000 a 35,000. los servicios intermedios por fosa para un cuerpo, incluye ataúd, embalsamamiento, servicios fúnebres y coronas florales, entre otros.
10,000. Pesos si la urna es llevada a casa.
25,000. Si prefiere colocar la urna en un nicho, en el panteón o en una iglesia.
Nacimiento y defunción, principio y fin, son registrados en las oficialías del Registro Civil.