Critica a quienes se autodenigran para divertir
Óscar Ortiz de Pinedo opina que la comedia debe ser más ingeniosa
El actor y escritor Óscar Ortiz de Pinedo acusó que algunos standuperos han convertido a la comedia en un glosario de vulgaridades y se mostró en desacuerdo de que se haga uso de esos recursos o de la autodenigración para hacer reír al público.
Ciudad de México"Hay una generación de standuperos que ha convertido a la comedia en un diccionario de vulgaridades y groserías. Ellos se justifican con una experimentación, pero al hablar de temas que son tabú o poco cotidianos, caen en lo aberrante y en la degradación de muchas cosas”. *Óscar Ortiz de Pinedo, actor
El actor y escritor Óscar Ortiz de Pinedo acusó que algunos standuperos han convertido a la comedia en un glosario de vulgaridades y se mostró en desacuerdo de que se haga uso de esos recursos o de la autodenigración para hacer reír al público.
Aunque hay público para todas las propuestas de entretenimiento, consideró que en ocasiones los standuperos son insultantes para éste.
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“Siempre he dicho que el sol sale para todos y todo mundo tiene derecho de hacer lo que quiera y de ir a ver lo que quiera, ya sea cine, stand up, drama o comedia, pero no estoy de acuerdo en que tengas que hacer reír a través de pura grosería”.
Óscar es nieto de Óscar Ortiz de Pinedo, actor cubano de la Época de Oro del Cine Mexicano y uno de los cómicos más sobresalientes en México. Óscar Ortiz de Pinedo fue padre del comediante, productor y director Jorge Ortiz de Pinedo, por lo que Óscar es gran heredero familiar del género.
“Tampoco estoy de acuerdo en que como soy homosexual voy a burlarme de mi mismo y me voy a denigrar para hacer reír a la gente. O si soy una mujer obesa me voy a burlar de mi obesidad y a denigrarme para provocar la risa. Creo que la comedia debe ser más ingeniosa que eso. Debe tener la capacidad de sorprender”, enfatizó.
El actor, que junto a Adriana Moles presenta la obra “Se lo que hicieron la pastorela pasada”, mencionó que al inicio lo anterior podría ser chistoso, pero en el desarrollo deja de ser sorpresivo porque no se le ofrece algo inesperado al público.
Lo lamentable, señaló el también productor, es que “la grosería del stand up ya empezó a extenderse en otras ramas que antes no eran groseras. Los famosos cuentachistes ya empezaron a incluirlas en sus rutinas”.