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Crisis en Ucrania choque entre paradigmas

Putin ha trabajado de forma sistemática para revertir lo que considera la humillante ruptura de la Unión Soviética

La crisis de Ucrania, un choque entre dos formas de ver el mundo y que podría trastocar Europa, no va a desaparecer. El conflicto trae ecos de la Guerra Fría y reaviva una idea de la Conferencia de Yalta de 1945: que Occidente debe respetar una esfera de influencia rusa en Europa Central y Oriental.

Putin asiste a un desfile por el Día de la Victoria en Sebastopol, Crimea.Crisis en Ucrania choque entre paradigmas

Mientras acumula tropas junto a la frontera de Ucrania y celebra maniobras militares en Bielorrusia, cerca de las fronteras de los miembros de la OTAN Polonia y Lituania, Putin reclama que se vete de forma permanente el derecho soberano de Ucrania de unirse a la alianza occidental y que se limiten otras acciones de la OTAN como destinar tropas en países del antiguo bloque soviético.

La OTAN ha dicho que las demandas son inaceptables y que unirse a la alianza es un derecho de cualquier país y no una amenaza a Rusia. Los detractores de Putin alegan que lo que de verdad le preocupa no es la OTAN, sino la emergencia de una Ucrania demócrata y próspera que pueda ofrecer una alternativa al gobierno cada vez más autoritario de Putin que podría resultar atractiva para los rusos.

Las actuales demandas de Rusia se basan en la antigua percepción de agravios de Putin y su rechazo a que Ucrania y Bielorrusia sean países soberanos y realmente independientes en lugar de formar parte de una patria rusa lingüística y ortodoxa, unidos o al menos afines a Moscú.

unidad histórica

En un tratado sobre el milenio publicado el verano pasado, y titulado “La unidad histórica de rusos y ucranianos”, Putin mostró su estrategia. Insistió en que la separación actual de Rusia, Ucrania y Bielorrusia en estados separados es artificial, debida principalmente a errores políticos durante el periodo soviético y, en el caso de Ucrania, impulsada por un malévolo “proyecto antirruso” respaldado por Washington desde 2014.

Su visión ruso céntrica de la región plantea una prueba crucial para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ya lidia con crisis en varios frentes en su país: la pandemia del coronavirus, el repunte de la inflación, un país dividido con un gran grupo del electorado que se niega a reconocer su presidencia. y un Congreso que ha bloqueado muchos de sus objetivos sociales y climáticos.

Ofensiva diplomática

- Biden ha descartado una intervención militar para respaldar a Ucrania, y en cambio, ha desplegado una intensa ofensiva diplomática y movilizado a los aliados occidentales para respaldar lo que promete serán graves y dolorosas sanciones contra Rusia si se atreve a invadir Ucrania

- Pero ha admitido que dependiendo de cómo evolucione la situación, podría tener problemas para mantener a todos sus aliados en el plan

- El mandatario ruso ya ha invadido Ucrania una vez, con escasa reacción

- Rusia arrebató Crimea a Ucrania en 2014 y ha apoyado a los separatistas ucranianos prorrusos que combaten al gobierno de Kiev en la región del Donbás, una guerra poco publicitada en la que han muerto 14.000 personas, más de 3.000 de ellos civiles.

UN DATO

Las actuales demandas de Rusia se basan en la antigua percepción de agravios de Putin y su rechazo a que Ucrania y Bielorrusia sean países soberanos y realmente independientes en lugar de formar parte de una patria rusa lingüística y ortodoxa, unidos o al menos afines a Moscú.

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Biden ha descartado una intervención militar para respaldar a Ucrania.



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