Contaminan con mercurio; Focos ahorradores

juan.arvizu@elmanana.com

Si bien los focos ahorradores siguen presentando muchas ventajas, como disminuir el fenómeno de efecto invernadero y consumir menos energía, la realidad es  que es cuestión de tiempo para que se presenten los efectos negativos de esta tecnología pues cada foco de este tipo puede contener hasta 20 miligramos de mercurio, un material que hasta la fecha no se  desecha en forma adecuada.

Las ventajas de los focos ahorradores, comparativamente con los tradicionales focos incandescentes, son muchas y debido a ello hasta el gobierno federal implementó una campaña para sustituir los antiguos focos por los ahorradores y tomó medidas legales para lograr que poco a poco se dejaran de vender los de tecnología antigua.

Pero no se tomó en cuenta que todos los focos ahorradores contienen mercurio, un material pesado que es un contaminante tóxico muy conocido por lo peligroso, y es uno de los elementos que más daño le provoca desde hace décadas a los océanos.

El riesgo con el mercurio que contiene los focos ahorradores, sobreviene en dos tipos. El primero es que si un foco ahorrador se rompe libera el metal pesado en forma directa y el vapor puede constituir una amenaza para las personas que estén cerca.

Si bien es cierto que un foco ahorrador contiene menos mercurio que el usado para una amalgama dental, la diferencia significativa es que en el foco el mercurio se encuentra en forma de vapor.

Por lo anterior la Asociación para la Protección del Ambiente de Estados Unidos (EPA) estimó desde hace años que “toda cantidad de mercurio que se vierta en interiores puede resultar peligrosa, siendo los niños y mujeres embarazadas quienes resultan más

afectados”.

El segundo riesgo grande con los focos ahorradores es que México no posee un sistema de disposición final de estos productos, y hasta el momento todos los focos de este tipo reciben el mismo trato que los de tecnología antigua, es decir son desechados por los consumidores sin medidas especiales y el recolector de basura y centro de tratamiento de desechos tampoco les brinda ningún tipo de atención.

Seguramente por ello muchos centros de transferencia o rellenos sanitarios, se encuentran contaminados desde hace tiempo con mercurio. En unos cuantos años más podrían conocerse los primeros efectos de esta forma irresponsable de tratar el mercurio.

De hecho el camino a seguir, según autoridades mundiales de salud, no es dejar de usar focos ahorradores, sino en crear conciencia en la importancia de que tales focos deben ser desechados y tratados en forma correcta cuando concluya su vida útil.

En ninguno de estas dos vertientes ha trabajado el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) y la Comisión Federal de Electricidad.

La misma EPA norteamericana ha establecido recomendaciones para en caso de que un foco ahorrador se rompa, mismas que aún ahora se desconocen en México, y consisten en abrir puertas y ventanas para permitir la circulación de aire, abandonar la habitación, usar un tapabocas y usar guantes para levantar los restos el foco, mismos que deben colocarse en una bolsa la cual debe cerrarse de la mejor forma posible.

La Norma Oficial Mexicana NOM-017-ENER/SCFI-2012 establece las especificaciones que las lámparas fluorescentes en el mercado mexicano deben cumplir e indica que las etiquetas de los focos deben advertir que el producto contiene mercurio, sin embargo no obliga a cuantificar en número cuánto de este metal pesado está incluido. La misma norma tampoco incluye que el foco ahorrador contenga un instructivo de uso o la forma de desechar del producto cuando llegue el momento.

Para subsanar esta deficiencia, se trabaja en la NOM-160 enfocada a implementar un plan para el manejo de los residuos de focos ahorradores, pero es fecha que aún no se concluye la norma.

 EXPUESTOS. Están en riesgo también las personas que recogen los desechos, quienes los trasladan al tiradero y los pepenadores.