Concentra la diversidad
Museo une holocausto, genocidio y tolerancia
Ubicado en la plaza Juárez, frente a la alameda, el Museo Memoria y Tolerancia abrió sus puertas a finales de octubre y a la fecha ha recibido a más de 42 mil visitantes.
Este recinto ofrece una experiencia sensorial y escenográfica que rebasa al concepto de un museo del holocausto.
"Se trata de un museo que junta el genocidio con la tolerancia para aprender sobre la parte destructiva del ser humano, y a la vez dar a conocer la parte propositiva", explica Mily Cohen, vicepresidenta del recinto.
'POTENCIAL PERDIDO'.
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10 minutos
Al ingresar al museo, la mirada de los visitantes se desvía hacia arriba para observar un gran cubo blanco suspendido sobre el vestíbulo.
"El potencial perdido" es el título que recibe este peculiar elemento que fue proyectado por el mismo despacho que intervino el museo, Arditti Arquitectos, y que también presume un recubrimiento en corian blanco diseñado por el artista holandés Jan Hendrix.
El cubo honra la memoria de los niños judíos que fueron asesinados durante el holocausto y emula un árbol de olivo que contiene en su interior una estructura de botellas de vidrio.
PROPAGANDA NAZI.
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Luego de observar desde abajo la gran estructura blanca, el visitante comienza el recorrido desde una plataforma panorámica que, a la vez, es la tapa del cubo.
Antes de entrar a una de las dos áreas (memoria y tolerancia) en las que está divido el museo, desde este punto se obtiene una gran vista de la alameda, el hemiciclo a Juárez y el palacio de Bellas Artes.
En el área que tiene como leit motiv la memoria, se presenta un recuento sobre las huellas que dejó el holocausto y la propaganda nazi.
Una de las salas más llamativas de esta parte del museo es la roja, debido a que enfatiza la propaganda, retórica y eufemismos utilizados por los nazis.
Posteriormente se visita la zona que recrea cómo era la vida en los campos de concentración.
