Con problemas en el equipaje

El rostro le delata. Desde que subió al avión TP01 en la Ciudad de México hasta esta mañana de martes, el Presidente no regala una sonrisa. En los dos saludos que ha tenido con el anfitrión, el Presidente chino Xi Jinping, ha estado serio. Miembros de su staff confirman que no oculta malestar.
Peña adelantó de ultimo momento diez horas la salida de México a Beijing para poder llegar a la cena que Jinping ofreció a los dirigentes de los 21 países integrantes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).

Apenas arribó, tras un vuelo de 21 horas de duración con dos escalas, se trasladó al hotel donde está hospedado y acudió a la cena ofrecida en el Cubo de Agua, la sede en la que Michael Phelps ganó ocho medallas de oro en las Olimpiadas de 2008 y donde se quebraron 25 récords mundiales.

El recuerdo olímpico marcó la cena con una recepción impresionante de centenas de bailarines que homenajeaban a los lados del carril de alfombra roja por donde arribaban los mandatarios, recibidos a la puerta del coso por el Presidente Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan. Un espectáculo monumental con bailes tradicionales e interpretación de 640 ejecutores de tambores, amenizó la cena y los tradicionales fuegos artificiales de la pólvora china dieron cerrojo a la ceremonia.

Vestido tradicional

Los mandatarios, algunos acompañados de sus esposas como en el caso de Peña, acudieron vestidos con un elegante atuendo tradicional chino. Al Presidente mexicano le correspondió un traje de color guinda, de seda. Conforme una tradición de estas cumbres, los participantes portan vestimentas propias del país sede. Angélica Rivera, su esposa, vistió una creación hecha de satín Zhangduan de color turquesa.

Los chinos se pulieron con la ropa. El Gobierno del Partido Comunista convocó a un concurso a fines de 2013 en el que participaron 138 diseñadores con 455 propuestas. El concurso tuvo tres fases. Entre diciembre pasado y marzo del presente año fueron seleccionados 60 modelos. Una segunda fase, donde participó un singular jurado de burócratas y diseñadores de modas finalizó en septiembre con la selección de 35 diseños. Al mes siguiente, en la tercera etapa, fueron definidos los finalistas.

Uno de los diseñadores triunfadores, Zhang Zhifeng, Director de Arte de Tiger Fashion Company, explicó que en muchos de los casos -que no especificó- las piezas fueron hechas sin tomar las medidas exactas de los dirigentes pero "basados en la experiencia de nuestros sastres y en el conocimiento de cuerpos humanos pudimos hacer las prendas"; además de que se apoyaron en videos y fotografías de los futuros portadores.

Un cuello típico mao en un "duijin", el saco tradicional chino abotonado al frente usado desde la Dinastía Ming (1368-1644) fue portado por los hombres. La prenda es de mangas anchas y en algunos casos parecía quedarle grande a los de menor estatura, como en el caso del Presidente mexicano. Sutilmente decorado con símbolos de la buena suerte propios de la Dinastía Han (206 AC- 24 DC) y un brocado original de Suzhou propio de la dinastía Song (960-1279). También una decoración de mar y de montaña colocada en la parte baja del saco como símbolo del estrechamiento de relaciones de los países de la región Asia Pacífico unidos justamente por océanos y montañas, según la versión oficial.

Saludo adusto

Por la mañana vino la sesión inaugural en el Centro de Conferencias del Lago Yanqi, un complejo recién construido exclusivamente para esta cumbre en el distrito de Huairou al nororiente de Beijing. En seis meses se construyó un hotel boutique, instalaciones deportivas, edificios de una villa VIP y el propio Centro de Convenciones, todo a la orilla del lago y con vista a las montañas.

Xi Jinping recibió al centro de un enorme salón a los 20 mandatarios visitantes. Uno a uno fue saludándolos. El saludo que concitó el mayor tiempo de los fotógrafos fue el del Mandatario chino con el premier japonés Shinzo Abe con quien ayer tuvo una reunión bilateral destinada a limar asperezas. Ambos sonrieron sin soltarse la mano para la fotografía.

Tras el premier de Malasia, Najib Razak, pasó Peña Nieto. Caminó lento, con rostro adusto. Vestido de negro y una corbata también negra con anchas rayas blancas. Saludo a Jinping diciéndole algo mientras estrechaba la mano. Luego vino Ollanta Humala, de Perú, él si con una sonrisa abierta. Después Vladimir Putin, con paso garbado, pisando fuerte y al final Obama, igualmente sonriente con su clásico andar rítmico.

Pasaron todos a un retiro. Ahí hablaron algunos mandatarios, entre ellos Peña, quien en un discurso general abogó por el libre comercio. Vino la foto oficial antes del mediodía. Peña quedó en el extremo izquierdo.

Después pasaron a sembrar árboles y luego almorzaron en el salón Hai Yan del Hotel ubicado en el complejo. Por la tarde (madrugada hora de México) sería la segunda sesión del retiro.
Tras la Cumbre, que terminará sobre las cuatro de la tarde, Peña tiene programado una reunión con el primer ministro chino Li Kequiang; luego un encuentro bilateral con el Premier australiano Tony Abott y sobre las diez de la noche emprende un viaje a Shangai para encabezar una cumbre empresarial binacional.

Los problemas seguirán en el equipaje y en Shangai tendrá que ver de frente a los ejecutivos de China Railway, presuntamente invitados a una reunión empresarial binacional, quienes en un comunicado emitido el domingo ya dijeron lo preocupados que están por la cancelación de su participación en la obra del tren rápido México-Querétaro. 

Defiende fuerza comercial

Con un discurso en defensa del libre comercio y ofreciendo la experiencia mexicana en tratados liberalizadores, el Presidente Enrique Peña se presentó ante la 22 Cumbre de Líderes de las Economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Vestido de negro, con una corbata oscura y rayas blancas, Peña intervino la mañana de este martes 11 en la primera fase del denominado retiro de los 21 líderes de APEC, realizado en el complejo turístico del Centro de Conferencias Internacionales a orillas del Lago Yanqi, al norte de esta capital.

Conforme una comunicación emitida por la Presidencia de la República (pues el discurso no fue transmitido en vivo y las sesiones son privadas), Peña Nieto dijo que la mexicana es una de las economías más abiertas del mundo, y el libre comercio internacional significa para el país 60.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

El Presidente mexicano explicó que con diez tratados de libre comercio, los productos mexicanos tienen acceso preferencial a un mercado de mil 146 millones de consumidores, en 45 países. En 2013, destacó, el comercio de México ascendió a más de 771 mil millones de dólares siendo la decimosexta economía con mayor comercio mundial y la primera de América Latina y el Caribe.

Peña dijo que el Foro de APEC debía analizar la viabilidad de un área de libre comercio Asia-Pacífico,  "considerando los distintos procesos de integración regionales en curso y la forma en que éstos pueden converger hacia un gran proyecto de apertura, que incorpore a nuestras 21 economías".

Con esta expresión no quiso meterse en honduras pues el debate central estriba entre la propuesta del Presidente chino Xi Jinping de generar esa área regional de libre comercio con la del estadounidense Barack Obama quien defiende el Acuerdo de Asociación Transpacífico. (TPP).

El dirigente mexicano aludió a que México participa en esas negociaciones del TPP junto con otras 11 naciones integrantes de APEC y la consideró "una de las negociaciones comerciales plurilaterales más relevantes a nivel mundial".

Advirtió que el gobierno que encabeza considera que los acuerdos regionales o bilaterales no se oponen, sino complementan los esfuerzos multilaterales en favor del comercio.

"México reitera su compromiso con una mayor integración económica regional, y ofrece su experiencia en la negociación de Tratados de Libre Comercio", dijo Peña.

Se pronunció, según el comunicado, "por la implementación del 'Paquete de Bali', negociado en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en diciembre, para avanzar en la consolidación del sistema multilateral de comercio".

Poco antes del mediodía terminó la primera sesión, inaugurada por Jinping, y los mandatarios pasaron a la foto oficial, retrasada unos minutos porque Vladimir Putin llegó demorado y debería ubicarse al centro junto con el anfitrión chino.