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Los 49ers de San Francisco jugarán su séptimo Super Bowl de la historia, luego de que derrotaran 37-20 a los Packers de Green Bay, con una brillante actuación de su ataque terrestre que registró 287 yardas y cuatro acarreos de touchdown, todos obra de un imparable Raheem Mostert.

Los californianos impusieron su dominio vía el ataque terrestre, con un acarreo de touchdown de Mostert, quien fue una pesadilla para los entrenados por Matt Laffleur.

No hubo necesidad de que Jimmy Garoppolo, el mariscal de campo de los 49ers San Francisco, apareciera. 

El plan de juego del coach Kyle Shanahan, quien vive su tercera temporada con la organización, se basó en el ataque terrestre. Fue un plan exitoso e indescifrable para los Packers.

Mostert aportó dos touchdowns más por carrera en el segundo periodo, mientras que Green Bay no pudo reaccionar a la ofensiva. Aaron Rodgers, el quarterback insignia de los de Wisconsin, fue neutralizado por la presión que ejerció la línea defensiva de los californianos, por las buenas coberturas de la secundaria de los gambusinos o porque tenían errores, como fue el fumble que sufrieron por una mala comunicación entre el centro y el mismo Rodgers.

Lo anterior, provocó que los 49ers ganaran 27-0 al descanso.

Rodgers y compañía reaccionaron iniciando la segunda mitad. Conectó su primer envío de anotación y el equipo siguió con una reacción para el cuarto periodo, que incluso redujo la desventaja a 14 puntos a la mitad del último periodo. Pero ya no tuvieron tiempo para remontar.