Cientos protestan en Turquía por matanza
Cientos de personas desfilaron por las calles de Estambul y Ankara el lunes para condenar la matanza perpetrada por suicidas en un acto por la paz el fin de semana pasado y muchos dirigían su furia al gobierno.
Ankara, Turquía
Sin embargo, el primer ministro Ahmet Davutoglu rechazó las acusaciones de opositores, de que el gobierno era responsable de los ataques casi simultáneos del sábado, a las que tachó de “peligrosas” y “ruines”.
También negó que fueran producto de la participación turca en la guerra en Siria o que el gobierno estuviera arrastrando al país al pantano del Oriente Medio. El gobierno sostiene que dos suicidas causaron la muerte de 97 personas y heridas a varios cientos en un acto en Ankara convocado por opositores y curdos.
“Estos ataques no transformarán a Turquía en Siria”, dijo Davutoglu.
Los opositores también acusan al presidente Recep Tayyip Erdogan de fomentar la violencia y las tensiones étnicas para ganar votos en las elecciones del 1 de noviembre, lo que el mandatario rechaza. En las elecciones parlamentarias de junio, un partido curdo obtuvo suficientes votos para quitarle al partido gobernante la mayoría en el Parlamento y Erdogan quiere recuperarla.
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Los investigadores estaban a punto de identificar a uno de los dos agresores, dijo el primer ministro y añadió que la milicia Estado Islámico era la “prioridad número uno” de la investigación.
El acto del sábado fue convocado por activistas turcos y curdos para reclamar más democracia y el fin de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes curdos, los que han dejado cientos de muertos, entre soldados, rebeldes y ciudadanos, desde julio.
El lunes, el diario progubernamental Yeni Safak, dijo que la investigación de los ataques se concentraban en el EI, al comparar el ADN de los presuntos autores con el obtenido de las familias de unos 20 extremistas que sospechan podrían haber realizado los ataques.
Nadie se ha hecho responsables, pero los ataques son similares a uno que mató a 33 activistas por la paz turcos y curdos cerca de Suruc, en la frontera sur del país con Siria. El gobierno atribuyó ese ataque al grupo Estado Islámico.