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Cambio su vida mujer intoxicada

Aumenta el dolor de una madre al ver que los castigos para los conductores ebrios son blandos

Laredo, Tx.- Para una madre, la noche del 24 de noviembre de 2011 le cambió su vida de manera trágica, cuando una mujer alcoholizada chocó y provocó el fallecimiento de su hijo

Con la foto de su hijo Derek, Elizabeth Alonzo lo recuerda a diario. En el sitio del accidente fatal hay un anuncio en su memoria.Cambio su vida mujer intoxicada

Han pasado ya ocho años de la muerte de su hijo Derek pero el dolor de Elizabeth Alonzo Villarreal parece aumentar en lugar de disminuir y se agrava al ver que los castigos para los conductores ebrios son blandos.

Para esta madre, la noche del 24 de noviembre del 2011 le cambió su vida de manera trágica para siempre, cuando una mujer alcoholizada chocó y provocó la muerte de su hijo, quien entonces tenía 19 años de edad.

“Mi hijo murió por la estupidez de una mujer que decidió tomar el volante pese a que estaba muy tomada, traía más del doble de alcohol en su sangre de lo permitido por la ley, su irresponsabilidad mató a mi Derek”, refirió.

La noche del accidente, casi para terminar el 24 de noviembre, Derek salió a entregar una pizza en su pequeño auto compacto. El joven trabajaba como repartidor en Domino’s Pizza donde era muy apreciado por todos.

Justo cuando pasaba en verde el cruce de Loop 20 y la Carretera 35, fue embestido brutalmente por el vehículo de una mujer identificada después como Elisa Christine Garza. Tras el fuerte impacto Derek quedó gravemente lesionado y la responsable salió con una fractura de pierna.

Paramédicos del Departamento de Bomberos levantaron aún con vida a Derek y lo llevaron a un hospital cercano donde falleció a los pocos minutos. “Mi hijo era un joven trabajador, tenía el plan de abrir su compañía para limpiar jardines en las casas, estaba a punto de recibir un ascenso a asistente del gerente en la pizza, era amante de la patineta y un niño muy amoroso”, recordó su madre.

EL PROCESO LEGAL

Luego de la tragedia, para Elizabeth Alonzo Villarreal comenzó otro viacrucis porque un proceso criminal tarda meses e inclusive años.

En mayo del 2013 la mujer de 35 años fue sentenciada a 18 en prisión y a pagar 10 mil dólares de multa por la muerte de Derek Ray Treviño. Luego, en el 2018 la mesa de perdones del sistema de penitencias del estado de Texas, le negó la libertad condicional.

En memoria de Derek, su mamá fundó la organización Laredenses Contra los Conductores Ebrios (LADD) y desde hace varios años organiza diferentes eventos para crear conciencia sobre la importancia de no manejar bajo los efectos del alcohol.

Además realiza actividades especiales para recaudar fondos y hacer donaciones para becas en honor de su hijo Derek, quien era un consumado patinador que llegó a ganar trofeos en las competencias y para honrar su memoria, realiza un torneo cada año.

Aunque se hizo justicia para su hijo, Elizabeth considera injusto que por una irresponsabilidad de una mujer ebria su hijo ya no esté. “Lo que más coraje me da es que era un jovencito que apenas comenzaba a vivir, tenía muchos sueños y le fueron cortados de tajo por esta mujer irresponsable que además ya tenía varios arrestos por conducir ebria”, indicó.

Para Elizabeth, mientras el sistema judicial sea blando con los conductores ebrios, más tragedias van a pasar.

“No entiendo cuántas muertes se necesitan para que los jueces den castigos más severos a los que matan a alguien por manejar bajo la influencia del alcohol, un manazo no basta, debe ser un castigo ejemplar”, afirmó.

Elizabeth no puede sobrellevar la muerte de Derek, jamás volverá a dormir igual y para reducir un poco el dolor de las fiestas de Día de Dar Gracias, porque le recuerda la fecha de la muerte de su hijo, prefiere irse de la ciudad.

“Jamás he vuelto a pasar un Día de Dar Gracias como antes, lo que para mí era una fecha para festejar en familia, ahora es una fecha para recordar a mi hijo muerto”, dijo.

TRABAJABA. La víctima repartía pizzas

La noche del accidente, casi para terminar el 24 de noviembre, Derek salió a entregar una pizza en su pequeño auto compacto. El joven trabajaba como repartidor en Domino’s Pizza donde era muy apreciado por todos.



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